El Gobierno de Paraguay clausuró este sábado una curtiembre tras comprobar que -con sus desechos- tiñó de rojo un pequeño lago en la localidad de Limpio, a 30 km de Asunción, informaron portavoces del Ministerio del Ambiente.

"El color rojo que adquirió el agua es por la invasión de cianobacterias alimentadas por el alto contenido de nitrógeno y fósforo", dijo la directora de laboratorio del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, Rosa Morel. La Laguna Cerro, una de tantas que se forman como meandros del río Paraguay en una vertiente donde el curso de agua hace una curva antes de alcanzar Asunción, era cristalina hasta hace cuatro meses.

Los elementos químicos encontrados provienen de la descomposición orgánica de carne y residuos sólidos del cuero así como de peces muertos por efecto de la contaminación, explicó Morel. "Los peces murieron por el excesivo contenido de sal, de cloruro y sulfuro de sodio vertido en el cauce", afirmó la funcionaria y añadió que una salpicadura podría dañar la piel humana.

Por ello, el Ministerio del Ambiente suspendió la licencia de un matadero de ganado instalado en el barrio Piquetecué de Limpio, no muy lejos del curso principal del río Paraguay, que cruza el país unos 1.000 km de norte a sur y desemboca en el Paraná, 400km al sur, en el límite con Argentina.

La empresa, de capital brasileño, dedicada a la fabricación de alimentos para perros, curaba el cuero con sal. "Se limpia con mucha agua en el proceso de descarne del cuero. El vertido se arrojaba a la laguna y la contaminación acababa con el oxígeno necesario para la vida de los peces", agregó la técnica del ministerio.

La intervención oficial se produjo tras insistentes protestas de habitantes que llamaron la atención por el fétido olor despedido por los desechos y el color sinuoso del líquido en contraste con el verde mate natural del curso de agua dulce.

"El daño ya está hecho. Es tremendo. Se necesitaría como 10 años para la recuperación del agua, salvo que se haga un trabajo hidráulico para extraer todo el líquido", dijo Luis Argaña, director de Medio Ambiente de la alcaldía de Limpio. "Las cianobacterias invasivas no permiten que se reproduzca otro componente del sistema acuático. Encontramos cantidades de sodio que no deberían contener el agua dulce", precisó Morel.

El trabajo de laboratorio descubrió 2.700 miligramos de sodio por litro. "Es muchísimo frente a los demás pequeños lagos y lagunas de los alrededores. En una laguna vecina no había más de 28", observó la ingeniera.

El tiempo apremia para adoptar la decisión adecuada debido a la proximidad de la temporada de lluvias, en setiembre. "La lluvia cargará los cauces y no tenemos que permitir que la contaminación fluya hacia los otros médanos del río", puntualizó la funcionaria. 

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