El papa Francisco instó a eliminar cualquier tipo de prejuicio contra el pueblo gitano, al tiempo que pidió a éste que no dé ocasión para que se hable mal de su etnia, durante el encuentro en el Vaticano con gitanos llegados de todo el mundo. Ante 5.000 integrantes de los grupos Roma, Sinti y otras comunidades, la cita estuvo marcada por coloridos bailes flamencos y música tradicional de violines y guitarras españolas.
El encuentro de Francisco con los gitanos fue organizado por el Pontificio Consejo de los Migrantes e Itinerantes, con ocasión del 50 aniversario de la considerada histórica visita de Pablo IV a un campo de gitanos en Pomezia, a las afueras de Roma.
“No deis a los medios de comunicación y a la opinión pública ocasión para hablar mal de vosotros”, les indicó el pontífice. Francisco afirmó que ha llegado el tiempo “de erradicar los prejuicios seculares, recíprocas desconfianzas que a menudo son las bases de la discriminación, del racismo y de la xenofobia”.
“Ninguno se tiene que sentir aislado, ninguno está autorizado a pisar la dignidad y los derechos de los otros. Es el espíritu de la misericordia quien nos llama a luchar para que se garanticen todos estos valores”, agregó.
Llamada a la confraternización
Al mismo tiempo, pidió a los gitanos que colaboren a construir “lazos de fraternidad” y les indicó que para ello deben evitar “todo lo que no es digno de este nombre como la falsedad, el fraude y los enredos”, y citó al beato gitano Ceferino Giménez Malla, conocido como El Pelé.
“Insto a una convivencia pacífica en la que las diferentes culturas y tradiciones preserven los respectivos valores en un comportamiento no de cierre y de contraposición sino de diálogo e Integración”, señaló.
Francisco se detuvo en su discurso en las "dificultades", como la falta de trabajo y las condiciones precarias de vida de muchos gitanos, que ha conocido con las visitas que ha realizado a algunas parroquias romanas en la periferia.
También les pidió que como ciudadanos “pueden contribuir al bienestar de la sociedad, respetando las leyes e integrándose a través de la emancipación de las nuevas generaciones”.
Al respecto, destacó la importancia de la escolarización de los niños gitanos para que puedan garantizarse un futuro. “Vuestros hijos tienen derecho a ir al colegio, no se lo impidáis”, exclamó el papa, quien les reiteró que deben luchar por garantizarse este derecho.
Francisco también les invitó a que se empeñen en el desafío de preservar y difundir “la cultura, la historia y los valores de la población gitana”.