Durante este domingo, en la celebración del Jubileo de la Misericordia de los Diáconos Permanentes que ha reunido a miles en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco pidió a las parroquias e iglesias del mundo a no tener un horario definido de apertura a los feligreses. 

El Sumo Pontífice invitó a los diáconos a mantener las puertas abiertas y aseguró que "el siervo (de Dios) sabe abrir las puertas de su tiempo y de sus espacios a los que están cerca y también a los que llaman fuera de horario", consigna EFE.

"Me sienta mal cuando veo horarios en las parroquias, 'de esta hora a esta hora', y después no se abre la puerta, no hay sacerdote, no hay diácono, no hay laico que reciba a la gente. Omitid los horarios", enfatizó el Papa en el encuentro que conmemora también el 50 aniversario de la restauración de la figura de los diáconos permanentes casados, realizada por el Concilio Vaticano II.

Jorge Mario Bergoglio instó a los diáconos su vocación de ministros de la caridad y de estar disponibles a todo momentos para quienes lo necesitan.

"El siervo aprende cada día a renunciar a disponer todo para sí y a disponer de sí como quiere. Si se ejercita cada mañana en dar la vida, en pensar que todos sus días no serán suyos, sino que serán para vivirlos como una entrega de sí", destacó el Sumo Pontífice.

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