El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyad al Maliki, y el embajador israelí en Estados Unidos, Gilad Erdan, se acusaron mutuamente de "genocidio" contra sus pueblos durante un debate en la Asamblea General de la ONU sobre el conflicto palestino-israelí.
Minutos antes, en la apertura de la reunión en la que varios ministros participaron pese a las restricciones por la pandemia, el secretario general del organismo, Antonio Guterres, consideró las continuas agresiones entre ambos "inaceptables".
Guterres se dijo "conmocionado" ante los bombardeos y pidió que los enfrentamientos terminen "de inmediato".
A su turno, Maliki clamó: "Detengamos esta masacre", que ha dejado más de 200 muertos en el lado palestino, afirmó, pidiendo a la comunidad internacional que "acabe con la ocupación israelí".
"¿Cómo puede una potencia ocupante tener derecho a defenderse cuando todo un pueblo bajo ocupación se ve privado de los mismos derechos?", dijo el ministro palestino sobre las afirmaciones israelíes de autodefensa.
"¿Cómo pueden algunos apresurarse a hacer declaraciones condenando el asesinato de un palestino en un momento en que el mundo entero permanece en silencio y hace la vista gorda ante el genocidio de familias palestinas enteras?", añadió el representante palestino.
Durante su discurso, Erdan, embajador de Israel en Estados Unidos y ante Naciones Unidas, abandonó el anfiteatro de la Asamblea General para protestar contra los comentarios palestinos.
"En el debate de hoy, no vemos una defensa de los objetivos establecidos por la ONU sino más bien una indiferencia hacia el estatuto de Hamás, que, como los nazis, está comprometido en el genocidio del pueblo judío", afirmó el diplomático israelí.
"Vemos un intento de crear una falsa equivalencia moral", añadió.
Y contrastó el supuesto foco de Israel en "terroristas": "Israel hace todo lo posible para evitar víctimas civiles. Hamás hace todo lo posible para aumentar las bajas civiles".
"Hamás es una organización yihadista terrorista que ha disparado más de 4.000 cohetes contra ciudades israelíes en los últimos 11 días", añadió Erdan.
Según la policía israelí, los cohetes de Hamás y otros grupos armados islamistas se han cobrado 12 vidas en Israel, incluida la de un niño, un indio y dos tailandeses.
Los ataques israelíes en Gaza, en tanto, han matado a 232 palestinos, incluidos 65 niños, y han dejado 1.900 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Además, de acuerdo con las autoridades de Hamás, han quedado vastas áreas en escombros y unas 120.000 personas desplazadas.
"Emergencia humanitaria"
En las intervenciones de los países árabes, Israel sufrió una ronda de condenas, intercaladas por el discurso de la embajadora estadounidense en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, quien rechazó las críticas a Estados Unidos de quienes consideran su gestión del conflicto demasiado cautelosa.
"En las próximas horas y días seguiremos presionando sin descanso por la paz" y "no nos hemos quedado callados", aseguró la diplomática estadounidense. "Esperamos que los habitantes de la región nos hayan escuchado alto y claro", dijo.
Desde el inicio del conflicto el 10 de mayo, Washington se ha opuesto a la organización de reuniones de emergencia del Consejo de Seguridad y ha bloqueado tres declaraciones de este organismo responsable de la paz mundial, pidiendo el fin de los enfrentamientos.
El jueves, Estados Unidos continuó rechazando un proyecto de resolución propuesto por Francia para exigir un "cese inmediato de las hostilidades", dijeron diplomáticos a la AFP. París se abstuvo de indicar una posible fecha de votación.
Al unísono, los jefes de diplomacia de Catar, Jordania, Túnez, Argelia, Turquía, Pakistán y Kuwait, exigieron ante la Asamblea General una condena "de la agresión" cometida en su opinión por Israel.
"Estas masacres han durado demasiado", juzgó el jordano Ayman Safadi, mientras que el tunecino Othman Jerandi denunció un "genocidio".
De su lado, el turco Mevlüt Cavusoglu exigió que la ONU obligara a Israel a "cesar su campaña de limpieza étnica".
El canciller argelino, Sabri Bukadum, por su parte, instó al "secretario general de la ONU a declarar un estado de emergencia humanitaria para aliviar a los palestinos y reconstruir Gaza".