Los partidos prodemocráticos de Hong Kong lograron una aplastante victoria en las elecciones locales del domingo, al conseguir una amplia mayoría de los puestos a concejal de distrito, en unos comicios muy concurridos y considerados clave para medir el respaldo político al movimiento detrás de las protestas.

El escrutino continuaba el lunes por la mañana después de una participación récord, pero los recuentos parciales sugieren que los candidatos que piden una apertura democrática obtendrán bastantes más escaños de lo esperado, sobre los 452 en disputa.

Según resultados no definitivos citados el lunes por el periódico South China Morning Post en relación con 235 escaños, los candidatos prodemocracia conseguirían 196, contra 27 para los oficialistas pro-Pekín y 12 para independientes.

Las elecciones se celebraron en un ambiente de calma, sin altercados importantes, lo que se tradujo en una afluencia masiva de votantes a las urnas, con una participación récord del 71,2%, la más alta de la historia de Hong Kong.

En una ciudad de 7,5 millones de habitantes votaron casi 3 millones de los 4,1 que se habían registrado, un millón más que los ciudadanos inscritos para participar en 2015, la mayoría nuevos votantes de entre 18 y 20 años.

La cifra de participación superó con creces la marca del 58% que se logró en las legislativas de 2016, una muestra de que la sociedad hongkonesa está cada vez más politizada.

El resultado pone en aprietos a la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, próxima a Pekín, ya que una holgada mayoría de los ciudadanos respaldó con su voto a los partidos prodemocráticos, cuyas demandas incluyen el sufragio universal, el voto directo del jefe de gobierno y mayor autonomía para la antigua colonia británica.

Las protestas arrancaron en junio de forma pacífica para pedir la suspensión de una ley de extradición con China -ya anulada- pero se han prolongado durante casi seis meses para sumar más demandas y en las últimas semanas se han vuelto más violentas.

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