El presidente estadounidense Barack Obama afirmó este jueves (16.06.2016) que los ataques terroristas como la masacre de Orlando continuarán si Estados Unidos no dificulta el acceso a las armas a potenciales atacantes.

Obama pasó varias horas reuniéndose con familias de las víctimas y equipos de emergencia en Orlando, antes de depositar un ramo de flores blancas en un memorial dedicado a las 49 víctimas del tiroteo en el club gay "Pulse".

El presidente prometió derrotar a milicianos de Estado Islámico (EI) en el exterior, pero reconoció que el hecho de que los dos últimos ataques en territorio estadounidense en Orlando y San Bernardino, California, hayan sido perpetrados por extremistas procedentes de Estados Unidos, demuestra que habrá que "hacer más por evitar que este tipo de eventos ocurran".

Asimismo, las motivaciones que tuvo el hombre que mató a 49 personas en el club gay pudieron haber sido diferentes a las de otros asesinos masivos, dijo Obama, pero la acción para impedir que estos sujetos accedan a las armas de fuego debe ser la misma.

Dificultar acceso a armas

"Hoy, una vez más, como ya pasó demasiadas veces antes, abracé a miembros de una familia de luto y amigos y ellos preguntaron, '¿por qué esto sigue ocurriendo?'”, comentó Obama.

Los ataques de los denominados lobos solitarios no pueden ser completamente evitados, pero hacer que el acceso a las armas de asalto sea más difícil puede salvar muchas vidas, subrayó el mandatario estadounidense. Obamaviajó acompañado del senador republicano por Florida Marco Rubio y la congresista Corrine Brown.

El vicepresidente Joe Biden también llegó a Orlando a bordo de otro avión. Esta es la décima ocasión desde que Obama llegó a la Casa Blanca que el presidente viaja a una ciudad norteamericana para ofrecer sus condolencias a los familiares de un tiroteo masivo.

La masacre de Orlando ocurrió la madrugada del domingo, cuando Omar Mateen, un estadounidense de 29 años de origen afgano, abrió fuego con un rifle de asalto AR-15 y una pistola en el interior del club gay. Allí murieron 50 personas, incluido el asesino, y 53 resultaron heridas.

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