El saldo de víctimas mortales en un tiroteo masivo en una carretera en el oeste de Texas aumentó a siete, informó la prensa local el domingo, citando a las autoridades.

El sábado, la policía aseguró que cinco personas habían muerto y 21 fueron heridas en un prolongado tiroteo en la autopista entre las ciudades de Midland y Odessa. 

El atacante fue abatido por la policía afuera de un cine de Odessa.

El domingo, un portavoz de la ciudad de Odessa confirmó que había ocho muertes confirmadas, incluido el tirador, tres en Midland y cinco en Odessa, informó NewsWest9, filial de NBC.

La identidad del atacante y el motivo aún no se han revelado, aunque la policía lo describió como un hombre blanco de unos 30 años.

El incidente comenzó cuando patrulleros trataron de detener un vehículo de pasajeros de color dorado en la autopista interestatal 20.

Antes de detenerse, "el conductor masculino (y único ocupante del vehículo) apuntó con un rifle desde la ventana de su auto y realizó varios disparos hacia la unidad de patrulla DPS", dijo el Departamento de Seguridad Pública de Texas en un comunicado. 

Un uniformado fue herido, y el sospechoso huyó y "continuó disparando a gente inocente", dijo el departamento.

El tirador dirigió a la policía a una persecución salvaje durante la cual secuestró a un camión postal estadounidense y abrió fuego al azar.

El incidente tuvo lugar menos de un mes después del tiroteo de El Paso, en donde un atacante asesinó a 22 personas, a menos de 480 kilómetros al oeste de Odessa. 

El último derramamiento de sangre ha provocado nuevos pedidos de medidas para detener los tiroteos.

En un mensaje en Twitter el domingo, el presidente estadounidense, Donald Trump, felicitó a la policía de Texas, el FBI y a los socorristas por su respuesta a la "terrible tragedia de disparos de ayer... ¡Una situación muy difícil y triste!".

Pero más tarde, hablando con los periodistas en el jardín de la Casa Blanca, dijo que aunque se mantenían las discusiones para frenar la violencia armada con congresistas de ambos partidos, lo sucedido "realmente no ha cambiado nada".

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