La Casa Blanca salió al paso de las críticas, procedentes incluso del propio Partido Demócrata al que pertenece el presidente Barack Obama, contra su política de deportaciones. El portavoz Josh Earnest advirtió de que las redadas están destinadas únicamente a expulsar del país a quienes hayan cruzado la frontera después del 1 de enero de 2014 y pretende tener un efecto disuasorio: "Nadie será expulsado si tiene una solicitud de asilo o apelación pendiente o en curso, o algún otro tipo de pedido de índole humanitario", dijo a la prensa en una conferencia. "Si esto sirve para desalentar a la gente a la hora de evaluar si hace el viaje, eso será algo bueno", sostuvo.
Ayer, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) admitió estar realizando redadas para detener y deportar a adultos. Es la tercera oleada de redadas contra inmigrantes indocumentados que tiene lugar en lo que va de año, después de las realizadas en enero y marzo. Los agentes de inmigración detuvieron a principios de año a 121 personas, la mayoría mujeres y niños. Las autoridades estadounidenses no confirmaron cuántas personas han sido detenidas ahora ni cuánto durará la operación policial.
Una comunidad atemorizada
La comunidad centroamericana en Estados Unidos observa con recelo estas redadas. Ana Miriam Carpio, de la Unión Salvadoreña (UNISAL) de Charlotte en Carolina del Norte, por ejemplo, expresa la "extrema preocupación" existente entre las 15 familias que viven "casi refugiadas" en esa organización por temor a las deportaciones. Carpio informó a Efe que la incertidumbre invadió desde enero a las familias inmigrantes centroamericanas que viven en el área, cuando un estudiante indocumentado fue detenido en la parada del autobús y "700 jóvenes sin papeles dejaron de ir a la escuela". en el área de Charlotte hay 1.800 madres centroamericanas con hijos pequeños que "viven una situación de emergencia" y arriesgan la deportación.
"ICE evitará realizar detenciones en lugares sensibles como escuelas, hospitales y lugares religiosos, con excepción de emergencias", afirmó hoy (13.05.2016) la vocera de la institución Jennifer D. Elzea. Sin embargo, activistas de Alerta Migratoria de Carolina del Norte recomiendan a la gente que se sienta amenazada "mudarse de domicilio", porque Inmigración "rompe sus propias reglas y nunca se sabe lo que puede pasar".
"Son solicitantes de asilo"
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió también hoy a Estados Unidos que frene la deportación de dos mujeres salvadoreñas, madre e hija, que habían huido de su país buscando asilo. Tras analizar el caso, la Comisión considera que las dos salvadoreñas se encuentran "en una situación grave y urgente de daño irreparable, puesto que la vida e integridad personal de ambas personas se encontrarían en riesgo si fuesen deportadas".
En el 2014, una ola de niños que huían de la violencia en Honduras, El Salvador y Guatemala cruzó la frontera de Estados Unidos, avivando el debate sobre cómo lidiar con los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.
El jueves, la precandidata demócrata Hillary Clinton reiteró sus preocupaciones por los nuevos planes. "Estoy en contra de las grandes redadas que separan a las familias y siembran el miedo en las comunidades", dijo Clinton. Su rival en las primarias demócratas, el senador Bernie Sanders, dijo que se oponía a la "dolorosa e inhumana actividad de encerrar y deportar familias" que intentan escapar de la violencia en otros países. El jefe de la bancada demócrata en el Senado, Harry Reid, pidió a Obama que reconsidere los planes y se focalice en hacer frente a la inestabilidad en América Central. Luis Gutierrez, del mismo partido, pidió que "dejen de referirse a ellos como inmigrantes ilegales. Son solicitantes de asilo".