Las mujeres turcas se sienten más vulnerables y sin salvaguardas legales desde que el país se retiró del Convenio de Estambul sobre la lucha de la violencia contra las mujeres, aseguraron grupos de activistas.
No se produjo un incremento significativo del número de actos violentos, pero las activistas aseguran que la retirada de Turquía elimina factores de disuasión y ofrece cierta sensación de impunidad a los agresores.
En marzo, el presidente Recep Tayyip Erdogan sacó a su país de este tratado para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres afirmando que promovía la homosexualidad y amenazaba la estructura tradicional de la familia turca.
Desde entonces, las defensoras de los derechos de las mujeres en Turquía protestan y hacen escuchar su voz para tratar de resucitar la convención, aunque el gobierno asegura que las leyes domésticas ya bastan para protegerlas.
"El país se despierta con el asesinato de una mujer cada día", subrayó Nursen Inal, de la Plataforma Paremos el Feminicidio.
"La salida de Turquía del Convenio de Estambul ha incentivado a los perpetradores masculinos", dijo a AFP, antes del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el jueves.
El brutal asesinato en Estambul de Basak Cengiz, una arquitecta de 28 años apuñalada repetidamente con una espada samurái a principios de mes, despertó la indignación pública.
Los medios indican que el sospechoso, Can Goktug Boz, indicó a la policía que cometió el asesinato porque estaba aburrido.
"Salí a matar a alguien y escogí una mujer", dijo según un testimonio publicado por medios turcos.
Posteriormente fue arrestado con cargos de "asesinato deliberado con sentimientos atroces".
"Fuera de la agenda"
Un total de 345 mujeres fueron asesinadas desde comienzos de año, según la Plataforma Paremos el Feminicidio. En 2020, la cifra llegó a 410 mujeres, con decenas halladas muertas en sospechosas circunstancias.
El último asesinato ha reavivado los llamados para que Turquía vuelva al tratado, pero Erdogan dijo la semana pasada que estaba "completamente fuera de la agenda" del gobierno.
"Para nosotros, las mujeres son la criatura más sagrada. Nunca dejaremos que su santidad sea manchada", argumentó. "Por lo tanto, no se necesita el Convenio de Estambul", insistió.
Las defensoras de los derechos de las mujeres discrepan.
Berrin Sonmez, de la Plataforma de Mujeres por la Igualdad, considera que la retirada de Turquía ha creado una percepción de impunidad entre los agresores.
"Un agresor encarcelado preguntó a su abogado poco después de la salida del tratado si podía ser liberado", dijo a AFP.
Adile Dogan, de la Asociación de Solidaridad de Mujeres Esenyali, señaló que la actitud de las fuerzas de seguridad y la fiscalía también ha cambiado.
Cada comisaría solía tener oficinas para lidiar con la violencia contra la mujer y una orden de alejamiento podía emitirse en 24 horas. Ahora esta orden tarda dos días, aseguró.
También reveló que las mujeres amenazadas ahora deben obtener un informe médico mostrando que han sido golpeadas y que la amenaza ya no basta para iniciar un procedimiento.
Muertes sospechosas
Las activistas denuncian un incremento del número de muertes sospechosas desde la retirada del convenio.
"180 mujeres fueron asesinadas desde marzo a julio de 2021, y además ha habido 171 muertes sospechosas. Este número no es justificable", criticó Sonmez, añadiendo que los expedientes se cerraron sin más investigación si no había presión de las redes sociales.
"¿Por qué estas muertes de mujeres siguen como sospechosas? Porque no hay una acusación y una investigación adecuada", protestó Inal, que aboga por mantener la lucha para volver a ese tratado presentado en esa ciudad turca en 2011 y ratificada por más de 30 países europeos.
"Las leyes están allí para proteger a las mujeres. Por ello, seguimos diciendo que no nos rendiremos sobre el Convenio de Estambul", aseguró.