Bobby Lee (31) debió ser operada de emergencia luego que se tragara un hisopo de una prueba para detectar el coronavirus, en Reino Unido.
La madre de dos hijos estaba en el trabajo cuando decidió hacerse un test porque no se sentía bien tras un turno realizado durante la noche.
Según recogió Daily Mail, al poner un hisopo en su boca, éste se terminó retorciendo en su garganta.
La mujer, en su desesperación, trató de tragárselo, pero ahí se le quedó atascado. Esto, incluso, provocó que tuviera algunas dificultades para respirar.
Por lo mismo, recurrió a un recinto hospitalario, donde los doctores le reconocieron que jamás habían visto un caso similar, por lo que se le derivó a un recinto de mayor complejidad.
Tras llegar a un segundo recinto de salud, se le sometió a una cirugía de emergencia, donde doctores lograron encontrar el hisopo en un punto de su garganta y, posterior a eso, se utilizó una herramienta para sacarlo. El procedimiento salió a la perfección.
"Realmente fue aterrador", dijo Lee, quien reconoció que fue la mejor idea acudir inmediatamente a un recinto de salud para ser atendida.