Un indígena murió y otro resultó herido el domingo en enfrentamientos entre manifestantes y la policía en la zona de la población de La Delfina, departamento de Valle del Cauca, oeste de Colombia.

Así lo ha asegurado la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) en un comunicado difundido este lunes, en el que responsabiliza al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la policía.

La ONIC identifica al fallecido como Willington Quibarecama Nequirucama, de 26 años.

De acuerdo con esa organización, Quibarecama murió tras ser arrollado por una tanqueta del ESMAD y caer de un puente de más de 20 metros.

La Policía Nacional todavía no ha dado una versión oficial de los hechos, pero extraoficialmente existen sugerencias de que fue un camión y no un vehículo policial el que causó la muerte del indígena embera o incluso que otra pudo haber sido la causa de su caída al vacío.

La ONIC insiste en que el uso de la fuerza ha sido excesivo y pidió al presidente Juan Manuel Santos que "ordene el cese inmediato de las acciones bélicas, represivas y agresivas por parte del ESMAD".

Reminiscencias de 2013

Las manifestaciones, que forman parte de un paro agrario nacional convocado por organizaciones campesinas e indígenas para este lunes, tienen como fin dar voz a una serie de reclamos al gobierno.

Las protestas agrarias ya fueron fuente de conflicto en 2013 y 2014.


Por un lado, la oposición a los tratados de libre comercio (histórico blanco de las protestas campesinas en Colombia en los últimos años), la venta de empresas públicas y las situaciones de violencia de la que son víctimas sus miembros.

Por otro, la exigencia del cumplimiento de acuerdos alcanzados en anteriores protestas, especialmente en el paro agrario de 2013, que duró casi un mes y por el que el presidente Santos militarizó zonas del país, fundamentalmente carreteras que estaban bloqueadas por los manifestantes.

Las protestas de este lunes insisten en una reforma agraria integral, en la que haya una nueva distribución de la propiedad de la tierra.

Antes del inicio de la protesta, el gobierno dijo a través del Ministerio del Interior que lamenta la decisión de llamar a un paro agrario.

rechazó la acusación de no haber dado espacio a los campesinos e indígenas, al asegurar que ha mantenido un diálogo permanente y que ha comprometido más de 250.000 millones de pesos colombianos por acuerdos con esos movimientos (más de US$81 millones, al cambio actual).

El Ministerio también indicó que está trabajando para garantizar la seguridad de los integrantes de esas organizaciones.

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