La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de prohibir el derecho al aborto sacó este viernes a las calles de Nueva York a miles de manifestantes que advertían "quiténnos nuestros derechos y desobedeceremos".
Mayoritariamente jóvenes, y sobre todo mujeres, reclaman su derecho a decidir sobre su cuerpo. "Mi cuerpo, mi elección", se repetía como un mantra entre las asistentes, muchas con pañuelos verdes, símbolo de la lucha a favor del aborto que nació en Argentina y se extendió por todo el continente, para exigir este "derecho humano".
Las pancartas improvisadas escritas en un trozo de cartón o una hoja de papel y las diferentes convocatorias a manifestar primero en Unión Square, más tarde en Washington Square y para concluir una tercera de nuevo en Union Square, muestra la sorpresa que causó, no por menos esperada, la decisión de la Corte Suprema, que por 6 votos a favor y 3 en contra borró de un plumazo el derecho del que habían gozado las ciudadanas de este país durante medio siglo.
Se podía sentir la rabia y la impotencia de una generación que se siente cada vez más alejada de unos jueces que, aseguran, no la representan. "Pro armas + Pro vida = hipócritas", se podía leer en una pancarta en alusión a la decisión de la víspera, también de la Corte Suprema, de echar abajo una ley centenaria del estado de Nueva York que exigía un permiso especial para llevar armas en público.
Hasta el viernes por la noche, al menos siete estados habían prohibido el aborto: Alabama, Arkansas, Kentucky, Luisiana, Misuri, Oklahoma y Dakota del Sur.
Estados gobernados por los demócratas, como Nueva York, California, Oregon o el estado de Washington, han prometido que se convertirán en "santuarios" para las mujeres que deseen abortar.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, fue la primera en denunciar el viernes el "retroceso de los derechos de millones de estadounidenses" y prometió incluso "invertir 35 millones de dólares para facilitar el acceso a los servicios para abortar".
"¿Qué viene ahora? La contracepción, el sexo entre homosexuales, el matrimonio del mismo sexo? Ellos deciden", advertía otra pancarta haciéndose eco del temor de los tres magistrados progresistas del tribunal, que advirtieron que el fallo "pone en peligro otros derechos a la privacidad", un temor avivado por el llamamiento de uno de los jueces conservadores, Clarence Thomas, a reabrir estos expedientes.