La primera dama estadounidense, Melania Trump, regresó este sábado a la Casa Blanca tras ser sometida a una cirugía para tratar un problema "benigno" en un riñón.
La esposa de Donald Trump, que actualmente tiene 48 años, se había estado recuperando en el centro médico militar Walter Reed -al que tradicionalmente acuden presidentes y primeras damas estadounidenses- desde el lunes, cuando se sometió a un procedimiento de embolización para tratar la afección renal.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el martes que su esposa podría abandonar el hospital "en dos o tres días", pero su estadía se extendió por cinco días, lo que llevó a algunos medios a especular sobre su verdadero estado de salud. Sin embargo, según un comunicado oficial de la Casa Blanca, el procedimiento fue "exitoso" y sin complicaciones.
"La primera dama está descansando cómodamente y con buen estado de ánimo", dijo en un comunicado la vocera de la primera dama, Stephanie Grisham. Además, expresó que la oficina de la Casa Blanca "ha recibido miles de llamadas y correos electrónicos que desean agradecer a la señora Trump", por lo cual agradecieron a todos los que se han tomado el tiempo de contactarlos.
