AFP
Más de 250 migrantes fueron rescatados tras naufragar un barco el viernes por la mañana en el sur de Creta, en un segundo caso en esta zona del Mediterráneo oriental desde que se redujo el flujo migratorio a las islas del mar Egeo.
A unas 75 millas náuticas al sur de Creta, continuaba la importante operación de rescate dado que se desconoce el número total de las personas a bordo.
"Podría haber cientos de personas en peligro", declaró un portavoz de la policía portuaria. Los medios griegos barajaban una cifra de 700 personas.
Cinco barcos que se hallaban en la zona participan en la operación y trasladarán "lógicamente" a los rescatados hacia Creta, precisó.
Según la policía portuaria, parte de la embarcación de 25 metros de eslora estaba hundida cuando un barco que cruzaba la zona lo detectó durante la noche.
Por el momento no se dispone de ningún dato sobre las nacionalidades de los migrantes ni sobre el origen del barco.
Las autoridades griegas enviaron a dos patrulleras, dos aviones y un helicóptero.
La policía portuaria griega ya interceptó el 27 de mayo frente a las costas de Creta una lancha dirigida por dos presuntos traficantes de personas, un ucraniano y un egipcio, transportando 65 sirios, afganos y paquistaníes.
La policía no precisó entonces si el barco, que salió de Turquía según los pasajeros, se dirigía a Italia o había seguido este otro itinerario para llegar a Grecia evitando las patrullas.
Esta interceptación y el naufragio dan a entender que se están retomando las rutas migratorias que habían sido abandonadas desde 2015, cuando se multiplicaron los pasajes entre las costas turcas y las islas griegas del este del Egeo, sobre todo Lesbos y Quíos.
Este flujo migratorio a las islas del Egeo se redujo considerablemente después del despliegue en primavera de una fuerza naval de la OTAN y de la entrada en vigor del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía.
En lo que va de año, 366 migrantes, entre ellos muchos niños, murieron ahogados en esta zona del mar Egeo. El último naufragio mortal, que dejó cinco víctimas, cuatro mujeres y un niño, ocurrió a principios de abril frente a las costas de la isla de Samos.
El pacto UE-Turquía prevé que Ankara refuerce su lucha contra el tráfico de migrantes en las costas turcas a cambio de apoyo político y financiero europeo. También incluye que los migrantes que hayan llegado a Grecia por esta vía después del 20 de marzo sean reenviados a Turquía, incluyendo los sirios que solicitan el asilo.
Antes del éxodo hacia las islas griegas, varios barcos de migrantes habían sido interceptados o rescatados estos últimos años más hacia el oeste de Grecia, normalmente en dirección a Italia, procedentes de Turquía o de las costas africanas del Mediterráneo.