AFP
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió este sábado una reunión con el mandatario de Uruguay, Tabaré Vázquez, para ejercer el derecho a la defensa de su país ante la suspensión de sus derechos como Estado miembro de Mercosur.
"Hago un llamado al presidente (Vázquez) para que sostengamos una reunión cara a cara para demostrarle cómo se ha cometido frente a Venezuela un exabrupto. Quien acepta la agresión a un país hermano, se convierte en cómplice", señaló el jefe de Estado en cadena nacional de radio y televisión.
Hago un llamado al presidente (Vázquez) para que sostengamos una reunión cara a cara para demostrarle cómo se ha cometido frente a Venezuela un exabrupto. Quien acepta la agresión a un país hermano, se convierte en cómplice
El mandatario afirmó que "Venezuela no reconoce esa decisión espuria y sigue ejerciendo su presidencia pro témpore del Mercosur".
Los cuatro países fundadores del organismo -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- enviaron este viernes una "comunicación" a Venezuela para indicarle que sus derechos como miembro pleno en el bloque "están suspendidos".
Maduro criticó que no se le hubiese permitido defenderse y aseguró que apelará la decisión en "todos los niveles internacionales".
"Venezuela ha cumplido 95% de la normativa de Mercosur. Hay gobiernos de los fundadores que no han cumplido, algunos están por el 70%", aseguró el mandatario.
La suspensión se produjo al cumplirse el jueves el plazo de tres meses que los fundadores del grupo dieron al gobierno de Maduro para que incorporara a su legislación una serie de disposiciones comerciales y políticas, incluida la de respeto a derechos humanos.
La sanción regirá hasta que se convenga con Venezuela "las condiciones para restablecer el ejercicio de sus derechos", añadieron los cancilleres del grupo en su notificación.
"Es un golpe de Estado injusto, inmoral de la triple alianza. Lo impuso el gobierno brasilero, golpista, y la ultraderecha argentina. A nosotros no nos saca nadie", denunció Maduro, quien aseveró que la decisión se tomó luego de un intenso lobby de Estados Unidos en Montevideo, Asunción y Brasilia.
La Cancillería venezolana emitió por su parte un comunicado este sábado en el que califica de "fraudulenta" la decisión.
"La pretendida sanción no tiene sustento legal válido (...). Un grupo de Cancilleres confabulados para tramar un fraude contra la institucionalidad mercosuriana no puede sustituir su legalidad", afirma el texto.
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