Horas después de ser golpeado y detenido, Bleider Leves Herrera, un joven venezolano de 17 años, le contó a su madre, durante una visita, que le cubrieron la cabeza con una bolsa plástica para que dijera que había recibido dinero de la líder opositora María Corina Machado para protestar tras las disputadas elecciones presidenciales de julio.
Uniformados detuvieron a Leves cuando regresaba a su casa en una zona en el noroeste de Caracas, después de visitar a su novia. Un oficial lo agarró por la camisa y lo pateó en el pecho para luego trasladarlo a una sede policial, según la madre.
"En la zona 7 (de la policía), él me dice que le pusieron la broma esa, la bolsa que le dicen 'cebollita'. Ahí lo torturaron (para que) dijera que le estaban pagando 50 dólares, María Corina, para hacer las protestas", dijo a Reuters Adelaida Herrera, que contó que su hijo ha sido trasladado a varios centros de detención desde que fue aprehendido hace dos meses.
El Ministerio de Comunicación e Información no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre el señalamiento, ni sobre el número actual de detenidos en las protestas posteriores a la elección.
Las autoridades electorales y el máximo tribunal del país dijeron que el presidente Nicolás Maduro fue el ganador de las elecciones del 28 de julio. Mientras, la oposición afirma que sus recuentos indican que la victoria fue de su candidato, Edmundo González, quien solicitó este mes asilo político en España después que se dictó una orden de captura en su contra.
Tras los resultados electorales, se registraron protestas en las que hubo 25 fallecidos, según organizaciones no gubernamentales, y 2.400 detenidos, de acuerdo con voceros gubernamentales.
La Misión de Determinación de Hechos de la ONU sobre violaciones de derechos humanos presentó la semana pasada ante el Consejo de Derechos Humanos un informe en el que afirmó que el Estado venezolano reforzó su aparato represivo con una "modalidad más dura y violenta" y brutal contra opositores y disidentes, tras las elecciones de julio.
El gobierno venezolano rechazó y calificó como "vulgar" el informe. Las autoridades han señalado que los manifestantes son "extremistas" y "fascistas".
"Yo le he pedido a las autoridades que por favor me lo den (a su hijo), que yo sé que ellos allí no están bien", dijo Herrera, que pasa horas viendo el empinado barrio desde la ventana de la habitación de su hijo, quien tiene una lesión en la columna. "Quiero que me den una respuesta exacta con mi hijo, qué va a pasar porque de verdad no quiero seguir viviendo esto".
La misión dijo que recibió información de la detención de 130 niños y 28 niñas después de las protestas. Las autoridades excarcelaron a 86 menores de edad a inicios de septiembre.
"Mi vida cambió totalmente desde ese momento, ya no duermo bien, mi vida no es normal para nada", agregó la mujer entre lágrimas. Antes de ir a la sede policial, preparó dos envases con arroz blanco, muy pocos vegetales y dos arepas de maíz blanco así como galletas, para llevarle a su hijo.
En las afueras de la sede policial en Caracas, donde Leves está detenido, Herrera y otros familiares permanecían exigiendo la liberación de los detenidos, en su mayoría jóvenes, con fotos de los capturados y una pancarta en la que se leía: "Nuestros hijos no son terroristas".