Hace 20 años fue generada el clon más famoso de la historia: la oveja Dolly, la cual tras morir seis años después hizo que cuestionaran la viabilidad de la clonación, ya que la muerte prematura de Dolly se asociaba a problemas genéticos y un envejecimiento apresurado.

Un estudio reciente encabezado por científicos de la Universidad de Nottingham ha analizado la salud de los cuatro clones de Dolly, y de otros nueve clones obtenidos a partir de otras ovejas. En la investigación publicada este martes se concluyó que el estado de salud de estos animales era completamente normal.

“Después de analizar su tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina, de medir su presión sanguínea y de analizar sus músculos, descubrimos que nuestros clones estaban sanos, teniendo en cuenta su edad”, dijo Kevin Sinclair, autor de este estudio, y discípulo de Keith Campbell, pionero que estuvo a cargo de la clonación de Dolly.

A pesar de que no compararon a los clones con ovejas normales, descubrieron que estaban sanas y que solo una de ellas padecía de artritis moderada.

La clonación está asociada a un aumento de la mortalidad de embriones durante el embarazo y durante el nacimiento, probablemente a causa de problemas genéticos. Pero una vez que se superan estas etapas, el clon tiene una vida normal.

Sinclair además asegura que sería interesante investigar más sobre la clonación, para así clonar animales y producir ganado transgénico, más resistente a enfermedades.

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