Los precandidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos libraron este jueves (14.01.2016) una dura batalla verbal en el sexto y penúltimo debate televisivo antes de que comience el 1 de febrero el proceso de las primarias. En el centro de atención estuvo la disputa entre el magnate neoyorquino Donald Trump y el senador Ted Cruz de Texas. Ambos lideran las encuestas de cara a la primera primaria en el estado de Iowa.

Trump atacó a Cruz por haber nacido en Canadá. De esta manera, sostuvo, su ciudadanía estadounidense es cuestionable y por lo tanto también su candidatura, sostuvo, lanzando una acusación dudosa desde el punto de vista jurídico. "Hay un gran signo de pregunta sobre tu cabeza", le espetó Trump, asegurando que los demócratas "van a presentar una demanda". El multimillonario pidió a Cruz, abogado, que solicite a la corte que resuelva el tema. "No voy a recibir asesoría legal de Donald Trump", respondió Cruz.

Otro de los candidatos, el senador cubano-americano Marco Rubio, ha escenificado un giro en su postura en política migratoria. "El problema ahora es mantener Estados Unidos seguro, los radicales yihadistas están manipulando nuestro sistema migratorio. Hay que asegurarse que el ISIS no infiltra asesinos en nuestro país", aseguró Rubio, cuyas anterior flexibilidad en cuestiones migratorias habían criticado los otros candidatos.

"Hace 24 meses no teníamos a unos radicales locos que querían entrar en el país. El sistema de inmigración legal debe revisarse con la seguridad como prioridad (...) los terroristas saben la vulnerabilidad de la frontera sur", dijo Rubio. Todos los candidatos defendieron un mayor o menor endurecimiento de la política migratoria, con especiales limitaciones para los musulmanes.

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