Un puñado de hinchas del Corinthians va al centro de entrenamientos del club brasileño con pancartas que nada tienen que ver con fútbol. "Marica no", dice una.

¿El motivo de la ira? Una foto que un futbolista del mismo club, Emerson Sheik, había publicado en internet dándole un beso en los labios a un amigo.

"Hay que ser muy valiente para celebrar la amistad sin miedo de lo que van a decir los prejuiciosos", decía un mensaje del atacante, que se declara heterosexual, junto a la imagen.

El beso gay se inscribe dentro de una lucha por el derecho a la diversidad, pero es una lucha de una minoría; no es una lucha de la sociedad brasileña
Paulo Henrique Martins, sociólogo brasileño

El hecho ocurrió en agosto de 2013, pero las consecuencias de la reacción de los hinchas recién se conocieron este jueves.

La Secretaría Estatal de Justicia y Defensa de la Ciudadanía de São Paulo aplicó una multa equivalente a US$6.500 a la barra del Corinthians denominada "Camisa 12", que integraban quienes mostraron las pancartas.

La sanción administrativa, abierta a eventuales recursos, es apenas el último de una serie de episodios recientes en este país que tienen a los besos entre personas del mismo sexo como eje de controversias.

En la telenovela de las nueve de la noche, la política o el colegio, los besos gay sacuden a Brasil.

Beso y boicot

Los melodramas de TV Globo suelen ser éxitos de audiencia, pero la novela "Babilonia" que transmite el canal brasileño actualmente causó polémica con su primer capítulo en marzo.

Allí aparecieron las actrices Fernanda Montenegro y Nathalia Timberg interpretando una pareja lesbiana de décadas que se besaba en la boca.

Aunque anteriores novelas brasileñas ya habían mostrado besos homosexuales, esta fue la primera vez que lo hicieron dos actrices ancianas: ambas tienen 85 años.

Eso causó rechazo en algunos sectores de la sociedad brasileña, con fuerte tradición católica, un creciente número de evangélicos (22,2% en el censo 2010) y donde el matrimonio gay no es reconocido por ley aunque sí por la vía judicial.

El poderoso Frente Parlamentario Evangélico, con más de 80 senadores y diputados federales de distintos partidos que defienden intereses de iglesias evangélicas, llamó a boicotear a la telenovela y sus patrocinadores.

El programa "tiene la clara intención de afrontar a los cristianos en sus convicciones y principios", sostuvo el texto firmado por el diputado socialdemócrata João Campos, líder del grupo.

"¿Dónde se vio?"

Después de esa polémica inicial, "Babilonia" tenía tras su primer mes al aire uno de los peores registros de audiencia de un programa de ese tipo en São Paulo, la mayor ciudad brasileña.

"Dos mujeres de casi 90 años gays… ¿Dónde se vio eso? Es ridículo. ¿¡Y si los niños lo ven!?", dijo a BBC Mundo Luci, una evangélica de 58 años en Río de Janeiro que suele seguir las novelas de Globo pero asegura que perdió interés en esta.

"El espectador no está preparado para ver cariños físicos entre personas del mismo sexo", concluyó Gilberto Braga, autor principal de la telenovela, en la revista Veja Rio.

Braga negó que esto explique la baja audiencia, pero otros expertos creen que el beso fue uno de los factores de la caída. Ahora hay reportes de cambios en la trama de "Babilonia" para satisfacer a los más conservadores.

"No esperábamos esa reacción", comentó a su vez la actriz Montenegro sobre los llamados a boicotear la novela. "La situación toda del país está muy en los extremos, en la discusión política y sobre comportamientos".

"Muy folclórica"

En los últimos meses hubo otras polémicas sobre besos gay en Brasil que también cuestionan su imagen de país operante con distintas orientaciones sexuales.

"“Brasil es un país muy conservador, esa idea de que es abierto es muy folclórica", dijo Paulo Henrique Martins, un profesor de sociología en la Universidad Federal de Pernambuco, noreste del país.

"El beso gay se inscribe dentro de una lucha por el derecho a la diversidad, pero es una lucha de una minoría; no es una lucha de la sociedad brasileña", añadió en diálogo con BBC Mundo.

En su informe de este año sobre el estado de los derechos humanos en el mundo, la organización Amnistía Internacional criticó lo que ve como un aumento de la presión política y religiosa contra homosexuales en Brasil.

El texto citó un estudio de la ONG Grupo Gay de Bahía que establece que 312 personas murieron en el país por crímenes homofóbicos o transfóbicos durante 2013.

"Me hace bien"

En este contexto, se han vuelto frecuentes en los últimos años en Brasil losbeijaços, manifestaciones de defensores de los derechos gay donde personas del mismo sexo se besan colectivamente en público.

También hubo controversias recientes en algunos bares, restaurantes y otros ámbitos donde surgieron acusaciones de discriminación a parejas gay por besarse en el lugar.

Dos alumnos adolescentes de una escuela del interior de São Paulo fueron suspendidos por tres días en abril tras haber sido vistos besándose dentro del establecimiento.

Autoridades educativas del lugar sostuvieron que los besos de novios de cualquier sexo están prohibidos en la escuela, pero el castigo causó protestas de otros alumnos y activistas.

"Si fuera una pareja hetero habría sido diferente", afirmó la estudiante Isabelle Damas a la cadena Globo.
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, fue objeto de una protesta en la que activistas se besaron frente a él cuando visitó la Asamblea Legislativa de São Paulo a fines de marzo.

Cunha es evangélico y se ha manifestado contrario a proyectos de ley para criminalizar la homofobia. Consultado por BBC Brasil sobre los beijaços frente a él, aseguró que le permiten ganar votos conservadores.
"Adoro cuando sale un titular de esos, de dos tipos besándose", sostuvo. "Si supiesen cómo eso me hace bien, no lo harían".

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