¿Pueden dos jóvenes asiáticas, que aparentemente soñaban con dejar su huella en el mundo del espectáculo, ser en realidad dos frías asesinas capaces de utilizar un arma de destrucción masiva para terminar la vida de un familiar del líder de una misteriosa nación, a la vista de todos, en uno de los aeropuertos más concurridos del planeta?

El argumento podría sonar exagerado o poco creíble para una serie televisiva de espías o incluso para un vulgar programa de mujeres atractivas en bikini que llevan una doble vida.

Pero esa es una de las hipótesis detrás del procesamiento en Malasia de Doan Thi Houng y Siti Aisyah como las asesinas de Kim Jong-nam, el hermanastro del líder de Corea del Norte.

Aunque exagerado, esta hipótesis no parece menos absurda que la versión que dan la joven vietnamienta y su "cómplice" indonesia: que alguien las contrató para realizar una broma inocente en el aeropuerto de Kuala Lumpur que sería filmada para un programa de entretenimientos.

Este "alguien" sería, según las especulaciones a nivel internacional, el gobierno norcoreano. La policía malaya ya ha detenido a un ciudadano de esa nacionalidad y busca a otros más, incluyendo un funcionario de la embajada y otro de la línea aérea estatal.

El elemento clave de la supuesta broma -según el testimonio de una de las detenidas- era aceite para bebés, pero en realidad la sustancia que le costó la vida al hermanastro crítico del régimen de Kim Jong-un era todo menos inocente: el agente nervioso VX, un arma química prohibida a nivel mundial.

En las últimas horas, las acusadas del asesinato aparecieron esposadas ante un tribunal malayo protegidas, por las fuerzas especiales de ese país, para conocer los cargos en su contra.

De ser encontradas culpables, ambas enfrentarían la pena de muerte.

¿Pero quiénes son Doan Thi Houng y Siti Aisyah?

La mujer que firmaba como Ruby Ruby

Las dos detenidas parecen tener algo en común, ambas provienen de hogares humildes que dejaron de muy jóvenes para ir a probar suerte en otros destinos. En este peregrinar, terminaron coincidiendo en Malasia.

La policía malaya describe a Huong, de 28 años, como la vaga definición de "empleada del sector entretenimiento" mientras que Siti trabajaba en la sala de masajes de un hotel.

La página de Facebook de Huong, que ella utilizaba con el nombre de Ruby Ruby, es una de las más analizadas por los investigadores, pero el material encontrado está lejos de representar la imagen de un discreto asesino: fotos en bikini, imágenes glamorosas en fiestas y autorretratos lanzando besos a la cámara.

En las últimas horas han surgido incluso rumores que la joven intentó participar de la versión vietnamita de Pop Idol, un programa para quienes quieren triunfar en el mundo de la música, pero no habría pasado de la primera vuelta.

¿Forman estas piezas una pantalla ideal para esconder a una homicida calculadora?

Su familia no lo cree así, aunque la joven apenas regresaba a su patria desde que se fue de su casa en la adolescencia y muchos se sorprendieron de saber que estaba en Malasia.

Su madrastra, Nguyen Thi Vy, le dijo al servicio vietnamita de la BBC que estaban un poco cansados de la atención internacional que habían recibido en los últimos días.

Declaraciones del padre de Huong, Doan Thi Huong, han aparecido en diferentes medios del mundo, incluyendo el New York Times, en las que duda de la culpabilidad de su hija.

"Ella es una chica muy tímida, cuando ve una rata o una rana, grita", indicó este veterano de la guerra de Vietnam.

Luego de escuchar los cargos en su contra en Malasia, la joven vietnamita dijo que entendía la naturaleza del crimen que se le imputaba, pero afirmó que no era culpable.

Siti y la broma de los 90 dólares

Tras ser arrestada junto a su novio malayo por la muerte de Kim Jong-nam, Siti Aisyah dijo a los funcionarios de su embajada que le habían pagado unos 400 ringgit malayos (aproximadamente US$90) para poner aceite para bebés en la cara de una persona en el aeropuerto.

Su novio de 26 fue liberado bajo fianza pero ella no tuvo la misma suerte.

Rebecca Henschke de la BBC visitó la villa indonesia donde Siti nació pero sus familiares se niegan a hablar con la prensa.

Hensschke conversó con organizaciones de migrantes que piensan que la joven es en realidad una víctima, así como muchas otras jóvenes antes que ella utilizadas, por ejemplo, por los carteles asiáticos para traficar drogas.

La noche anterior al asesinato Siti salió de fiesta con sus amigos. Uno de ellos, quien no quiso dar su nombre, dijo que estaban festejando el cumpleaños de Siti.

En un video filmado supuestamente durante los festejos, ella aparece conversando con sus amigos sobre su futuro como estrella de internet.

Pero los nombres de Doan Thi Houng y Siti Aisyah se han hecho famosos por motivos que estas dos jóvenes jamás imaginaron, o eso es lo que siempre quisieron que pensemos.

Sea uno u otro argumento, el de asesinas adiestradas en armas químicas o jóvenes inocentes sutilmente utilizadas para cometer un crimen internacional, las dos versiones volverán a encontrarse el próximo 13 de abril cuando las acusadas regresen a los tribunales.

Por ahora el misterio continúa.

Publicidad