Una subvariante de la variante Ómicron del COVID-19 ha aparecido en medio de las investigaciones que autoridades de la salud realizan en relación a la pandemia en lo largo del mundo, puesto que no solo se está propagando más rápido que la misma Ómicron, sino que también podría causar una enfermedad más grave y sería capaz de frustrar algunas de las armas clave que existen contra el coronavirus.
Los últimos experimentos que un laboratorio de Japón ha efectuado, muestran que BA.2 (nombre que se le asignó a esta nueva variante) podría tener caracterísicas que la hacen tan capaz de causar enfermedades graves como las variantes más antiguas del virus, incluida delta.
La aparición de esta nueva variante en Chile se da en momentos en que la autoridad sanitaria decidió aplicar la cuarta dosis de refuerzo contra el COVID-19 para restaurar la protección.
De acuerdo al estudio, BA.2 pareciera ser resistente a algunos tratamientos, incluido el anticuerpo que se usa actualmente para combatir Ómicron.
Todos estos datos provienen de la publicación con información preliminar de bioRxiv, y aún no cuentan con la intervención de la comunidad científica, que suele hacer reparos tras las primeras proyecciones.
"Desde la perspectiva humana, podría ser un virus peor que el BA.1 (Ómicron) y se podría transmitir mejor y causar una enfermedad peor", dice el Dr. Daniel Rhoads, jefe de sección de microbiología en la Clínica Cleveland en Ohio. Rhoads revisó el estudio pero no participó en la investigación.
BA.2 está altamente mutado en comparación con el virus original que causó el COVID-19 que surgió en Wuhan, China. También tiene docenas de cambios genéticos que son diferentes de la cepa Ómicron original, lo que lo hace tan distinto del virus pandémico más reciente como lo eran las variantes alfa, beta, gamma y delta entre sí.