"Fue lamentable, los mexicanos quedamos indignados, dolidos con que el presidente de la República invitara a Donald Trump para que venga a decirnos en nuestro territorio que va a construir un muro".
Con esta frase define la senadora Gabriela Cuevas la sensación de muchos mexicanos tras el sorpresivo -e innecesario, según algunos analistas- encuentro del presidente Enrique Peña Nieto con el candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump.
"No es lo que se espera de la política exterior del país, de una potencia económica como México", apunta Cuevas, del Partido Acción Nacional, en conversación con BBC Mundo.
La reunión, según el presidente Peña, forma parte de la invitación que hizo a los dos candidatos presidenciales de Estados Unidos, el republicano Trump y la demócrata Hillary Clinton.
Pero la decisión fue severamente criticada por analistas y ciudadanos.
En la capital mexicana hubo al menos tres protestas contra el encuentro. Y en Twitter las etiquetas para repudiar la visita fueron de las más vistas a nivel mundial.
Durante las horas previas a la reunión, figuras como el expresidente mexicano Vicente Fox exigieron que el magnate "pida perdón de rodillas a los mexicanos".
Otros, como el excanciller Jorge Castañeda, calificaron el encuentro de "innecesario".
El ganador
Una sensación que pareció confirmarse con los mensajes del republicano y el presidente Peña tras el encuentro, realizado en la residencia oficial de Los Pinos.
El magnate insistió en que es necesario construir un muro en la fronteraentre ambos países, aunque, según su versión, no discutieron quién lo pagaría.
Horas después del encuentro el presidente aclaró en Twitter: "Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro".
Sin embargo, al final el ganador es el candidato del Partido Republicano, dice Gabriela Cuevas quien preside la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
"Trump tenía un cálculo electoral y el gobierno de México cayó en la trampa", insiste.
"Habían dicho que no iban a intervenir en el proceso electoral (de Estados Unidos), pero acabaron haciendo un evento de campaña de Trump".
Así, el republicano capitalizará su viaje, le dice a BBC Mundo Soledad Loaeza, investigadora del Colegio de México.
"Ahora tiene argumentos adicionales para decirle a su electorado que es un buen diplomático, un estadista de primera línea", explica.
"Dirá que llegó a advertir a México que va a construir el muro".
Y hay más: después del encuentro se ve difícil que Hillary Clinton se reúna con Peña Nieto durante la campaña.
"Dudo mucho que una candidata puntera quiera seguir la estrategia de quien apenas alcanza el 25% de las posibilidades de triunfo".
"Es un error muy grave del gobierno mexicano que en nada ayuda a consolidar una relación con Clinton".
Imagen presidencial
El encuentro ocurre un día antes de que el presidente entregue al Congreso su cuarto informe de Gobierno, y de que ofrezca un mensaje televisado al país.
A este momento Peña Nieto llega con una popularidad del 23% en encuestas, la peor valoración a un presidente mexicano desde que se realizan estas mediciones, según especialistas.
Y la reunión con Trump nada ayuda a mejorar su imagen, coinciden Loaeza y Cuevas.
"Reunirse con el personaje más detestado por los mexicanos difícilmente podrá ayudar en algo al presidente", dice la senadora.
Juventino Montiel, fundador de la Organización Binacional Migrante Aztlán, cree que un eventual diálogo debió ser con los mexicanos a quienes el magnate ha ofendido.
"Somos los más agredidos y violentados con su discurso que ha desatado una ola de violencia en contra de los derechos humanos de los trabajadores en Estados Unidos", subraya.
"La cuenta pendiente no es con el presidente que ha sido muy tibio en su reacción, sino con el pueblo mexicano".
Otros, como la senadora Marcela Guerra, creen que promover el encuentro es un gesto "de responsabilidad" por parte del gobierno mexicano.
"Puedo entender que a muchos no les guste el encuentro, pero recordemos que el presidente invitó a los dos candidatos y uno de ellos va a ser el presidente o presidenta de Estados Unidos. Hay que tender puentes", afirma.
Protestas
Durante la visita del candidato republicano en Ciudad de México hubo algunas protestas convocadas por redes sociales.
Con carteles y gritos decenas de inconformes rechazaron la presencia del magnate en el país.
"Nosotros no lo invitamos y no estamos de acuerdo en que venga", le dice a BBC Mundo Andrea Ortega.
“Es una falta de respeto, es ridículo que este señor lleva un año insultándonos y ahora lo recibamos en nuestra casa".
El músico Joséan Log cree que está bien dialogar con todas las personas involucradas en política internacional.
Pero el momento de la invitación "me parece terrible, está ayudando a la campaña de Donald Trump y lo fortalece como candidato", le dice a BBC Mundo.
"Es contraproducente no sólo para los mexicanos sino para el bienestar de la comunidad internacional".