La activista sueca contra el calentamiento climático Greta Thunberg, de 16 años, anunció el miércoles su llegada a Nueva York tras cruzar el Atlántico en un velero "cero carbono", un periplo de 15 días.
"¡Tierra! ¡Las luces de Long Island y la ciudad de Nueva York enfrente!", escribió Thunberg en su cuenta Twitter tras recorrer 3.000 millas marinas desde el sur de Inglaterra.
La activista precisó luego que el barco ancló ya frente a Coney Island, la célebre playa de Nueva York con un inmenso parque de entretenimientos, y que la tripulación debe pasar por aduanas e inmigración.
"Llegaremos a tierra en la marina North Cove a las 14H45 (19H45 GMT) si la marea lo permite", tuiteó.
Thunberg tiene previsto hacer declaraciones al desembarcar y responder a algunas preguntas de periodistas, según su portavoz.
La activista navegó hasta Nueva York para participar en una cumbre de las Naciones Unidas sobre Acción Climática a fines de septiembre.
La ONU informó que le dará la bienvenida a Nueva York con una flotilla de 17 veleros instalados cerca del puente Verrazano que conecta los distritos de Brooklyn y Staten Island, uno por cada meta de desarrollo sostenible.
Basta de "guerra contra la naturaleza"
La travesía de Thunberg ocurre en momentos en que la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, es devastada por gigantescos incendios, en su mayoría provocados por agricultores para ampliar las zonas de cultivo y pastoreo.
"Incluso aquí en el medio del océano Atlántico puedo escuchar sobre el récord de incendios devastadores en la Amazonía. Mis pensamientos están con aquellos afectados. Nuestra guerra contra la naturaleza debe terminar", tuiteó Thunberg desde el "Malizia II" el 22 de agosto.
La joven se negó a viajar en avión debido a las elevadas emisiones provocadas por los viajes aéreos.
Fue entonces cuando el velero "Malizia II", pilotado por Pierre Casiraghi, hijo de la princesa Carolina de Mónaco, y por el experimentado navegante alemán Boris Herrmann, que ha dado la vuelta al mundo en barco, le ofreció un lugar.
El velero dejó Plymouth, en el sur de Inglaterra, el 14 de agosto, y pocos días después, el 20, se cumplió un año de la primera huelga escolar convocada por la adolescente sueca.
Thunberg comenzó a protestar frente al parlamento sueco en agosto de 2018 para intentar convencer a los políticos electos de tomar acciones contra el calentamiento climático.
Muy activa en las redes sociales, su protesta tuvo una gran cobertura de prensa y rápidamente fue imitada por otros estudiantes de varios países del mundo. Así nació el movimiento "Viernes por el futuro", en el cual los estudiantes faltan a la escuela para presionar a los gobernantes a que actúen para frenar el cambio climático.
Inspirados por Thunberg, decenas de miles de estudiantes hicieron huelga "por el planeta" en todo el mundo el 15 de marzo, denunciando la inacción de los gobiernos.
La Tierra "es nuestra casa", dijo entonces a la AFP en Nueva York Emma, una manifestante de 16 años que no quiso dar su apellido. "¿Por qué quieren destruirla? No hay otro sitio donde ir".
La inquietud de Thunberg por el futuro del planeta comenzó a sus ocho años, y le provocó luego una depresión. Más tarde fue diagnosticada con síndrome de Asperger, síndrome obsesivo compulsivo y mutismo selectivo.
"Solo hablo cuando es necesario. Ahora es uno de esos momentos", dijo el año pasado en una conferencia TED en Estocolmo.
En un año de protestas, Thunberg fue nominada para el Nobel de la Paz, habló ante la conferencia sobre el clima de la ONU en Polonia y se reunió con el papa Francisco.
El velero "Malizia II", de 18 metros de eslora, cuenta con paneles solares en su cubierta y paredes, y dos hidrogeneradores le suministran la energía necesaria.
Sin embargo, el viaje de Thunberg ha desatado una polémica luego de que un portavoz de Herrmann dijo al diario berlinés TAZ que muchas personas volarían a Nueva York para ayudar a llevar el barco de regreso a Europa.
El propio Herrmann retornará en avión, según su portavoz.
El encargado de la tripulación del "Malizia II" insistió no obstante en que el viaje de la joven activista tendrá cero impacto en el clima, ya que las emisiones de los vuelos "serán compensadas".
Thunberg, que se ha tomado un año sabático para concentrarse en su militancia por el clima, ha indicado que aún no sabe cómo regresará a Europa.
Tiene planes de viajar a Canadá y México antes de visitar Chile para una conferencia sobre el clima en diciembre.