El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil dio este jueves al encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva siete días de plazo para responder a 16 impugnaciones contra su candidatura presidencial, según fuentes judiciales citadas por medios brasileños.
Lula, favorito en todos los sondeos para las elecciones del 7 de octubre, purga desde abril una condena a más de 12 años de prisión por corrupción y se espera que el TSE inhabilite en breve su candidatura.
Pese a ello, el Partido de los Trabajadores (PT) inscribió la postulación del popular expresidente el 15 de agosto, cuando expiraba el plazo de ley.
Varios actores políticos y autoridades, entre ellas la fiscal general, Raquel Dodge, impugnaron inmediatamente la candidatura argumentando que Lula está impedido de participar en los comicios por la llamada "Lei da ficha limpa" ("Ley de expediente limpio"), que impide a condenados en segunda instancia ser candidatos.
El plazo legal para que los abogados de Lula defiendan la candidatura acaba el jueves de la próxima semana. El TSE debe pronunciarse definitivamente sobre la postulación hasta el 17 de septiembre.
El drama de Lula mantiene a Brasil en vilo desde hace meses. El exmandatario niega las acusaciones de corrupción y acusa a sus adversarios de querer evitar su regreso al poder a través de un "juicio político".
Pese a su condena, el exlíder sindical e ícono de la izquierda brasileña es el político más popular del gigante sudamericano, sobre todo entre las clases más pobres, gracias a los programas sociales de sus dos gobiernos (2003-2010).
Las elecciones presidenciales, que tendrán una primera vuelta el 7 de octubre y una segunda el 28 del mismo mes, se celebrarán en medio de una grave crisis institucional por los escándalos de la megacausa sobre corrupción política "Lava Jato" ("Lavado de autos"), justo cuando el país empieza a salir de una grave recesión.