AFP

La "Jungla" de Calais, inmenso campamento de miles de migrantes en el norte de Francia, vivió este domingo su último día antes del inicio de la evacuación de sus habitantes, un difícil proceso en especial para los jóvenes aislados sin familia.

Entre 6.000 y 8.000 migrantes llegados mayoritariamente de Afganistán, Sudán o Eritrea, y acantonados en este enorme campamento de chozas frente a las costas inglesas -a las que sueñan llegar-, van a ser dispersados en centros de acogida repartidos en todo el territorio francés.

La "Jungla" de Calais, con la inseguridad y la exasperación que genera en la población local, se ha convertido en un absceso que envenena el debate en Francia en torno a la inmigración. Esto llevó al gobierno socialista a anunciar a fines de septiembre su desmantelamiento.

Ninguna salida está prevista hasta el lunes, pero ya este domingo los representantes de los servicios de inmigración explicaban en el campamento cómo se llevaría a cabo la evacuación. "Les confirmamos que tienen que prepararse para mañana", señaló uno de los responsables, Serge Szarzyncki. Iacub, un sudanés de 20 años, aseguró que estaba al corriente,"ahí estaré", declaró.

En folletos impresos en varias lenguas, figura un plano del sitio con el punto de partida de los autocares, un hangar situado a unos 300 metros del campamento, así como varios dibujos descriptivos de los centros acondicionados para acogerles. 

"Quedan personas por convencer", admitió Didier Leschi, director general de la Oficina francesa de Inmigración. 

Como Karhazi, un afgano que lamentaba que lo obligaran a irse. "Tendrán que forzarnos para partir. Queremos ir a Gran Bretaña", insistió.

Varios migrantes abandonaron el campamento los últimos días para no alejarse de la región y seguir intentando cruzar el canal de la Mancha, según los voluntarios.

 Una semana de evacuación 

Durante tres días, 145 autobuses se turnarán para transportar a los migrantes hacia los 300 centros de acogida temporal en toda Francia. La operación quedará terminada en "una semana", espera el gobierno, que afirma haber movilizado 7.500 plazas de alojamiento.

Queda por saber cómo será la acogida. Algunos pequeños pueblos expresaron su desacuerdo con el plan de repartición impuesto por el ejecutivo, y varios miembros de la oposición de derecha aludieron al riesgo de crear varios "mini-Calais" en todo el país.

El ministro de la Ciudad, Patrick Kanner, exigió este domingo "respeto" y "humanidad" para estos migrantes. "Acoger en estas localidades a 30, 40 personas (...) me parece lo mínimo".

Además de su compleja logística, la operación se anuncia delicada desde el punto de vista de la seguridad.

Es una operación "de riesgo que puede degenerar" si hubiera "personas que quieren permanecer en el lugar" o "militantes" que rechazan irse, indicó el ministerio del Interior, preocupado por la presencia en Calais de 150 a 200 miembros del movimiento "No border", que aboga por la abolición de fronteras.

Unos 1.250 policías y gendarmes han sido movilizados. Las tensiones ya han estallado esta semana, con lanzamientos de cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad en la noche del miércoles.

El caso de menores aislados 

Un tema altamente sensible es el de los 1.300 menores aislados censados en la "Jungla" de Calais, y que es tratado en estrecha colaboración con las autoridades británicas.

París y Londres se han responsabilizado mutuamente de la falta de soluciones a la "jungla" de Calais. Pero el gobierno británico aceleró finalmente los procedimientos de acogida para estos niños o adolescentes, de los cuales unos 500 tienen familiares en Reino Unido.

"Hemos tenido unas 600 entrevistas en total, y esta semana 194 menores dejarán Calais rumbo a Gran Bretaña" explica Pierre Henry, director general de France Terre d'asile (FTDA), a quien el ejecutivo francés encomendó esta tarea.

Londres se ha comprometido a acoger a jóvenes de menos de 18 años con un familiar en Gran Bretaña, pero podría ir aún más lejos en virtud de una enmienda denominada "Dubs", adoptada en mayo, que prevé la acogida de todos los niños refugiados vulnerables y sin familia.

Por primera vez, 53 muchachas en su mayoría eritreas, fueron admitidas el sábado gracias a esta enmienda en territorio británico, según la prensa del Reino Unido.

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