El líder opositor venezolano Juan Guaidó arribó este lunes al aeropuerto internacional de Caracas, donde lo esperaban embajadores europeos y latinoamericanos para acompañarlo en su regreso al país, bajo temores de que sea detenido por haber burlado una orden judicial que le prohibía salir del territorio.
"Sabemos los riesgos a los que nos enfrentamos, eso nunca nos ha detenido. Estamos aquí en Venezuela. Estamos aquí mas fuertes", dijo el opositor, mientras sus simpatizantes gritaban "¡Guaidó, Guaidó!", "¡Sí se puede!", según imágenes de canales de televisión por internet.
El embajador de Francia, Romain Nadal, declaró a la prensa que el grupo de diplomáticos le acompaña "como testigos de la democracia y la libertad para que pueda entrar el presidente Guaidó".
"Esperamos que no haya ninguna escalada y que los venezolanos sean capaces de llegar a una solución pacífica y acordada", dijo el embajador de España, Jesús Silva, al recordar que Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional, goza de inmunidad parlamentaria.
Vestidos de blanco, con banderas de Venezuela, cientos de sus seguidores se concentran en una plaza del este de la capital, donde un animador les pedía paciencia a través del micrófono.
Las marchas iniciaron hacia el mediodía en todo el país, donde este lunes es feriado de carnaval. Guaidó salió en secreto hace diez días, según él, ayudado por militares venezolanos en la frontera con Colombia.
"Si se atreve a secuestrarme el régimen, será sin duda uno de los últimos errores que cometa", dijo el opositor la noche del domingo, en un mensaje a través de las redes sociales, desde un lugar que no reveló.
Estados Unidos -que no descarta una opción militar en Venezuela-, la Unión Europea y varios gobiernos latinoamericanos expresaron preocupación por su seguridad.
Reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, Guaidó, de 35 años, regresa de una gira por Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, que inició el 22 de febrero en la ciudad colombiana de Cúcuta en el marco del fallido intento de ingreso de ayuda humanitaria.
Su vuelta a Venezuela pone en un dilema al gobierno: si lo detiene desataría una fuerte reacción internacional e interna, y si lo deja libre, el costo menor según los analistas, evidenciaría cierta debilidad.
Advertencia internacional
Maduro dijo la semana pasada que Guaidó debe "respetar la ley" y que si regresa a Venezuela "tendrá que ver la cara de la justicia".
"Guaidó se ha planteado entrar sí o sí. Eso es otra batalla política y ahí va a depender hasta donde sienta Maduro que puede llegar, una cosa es que quiera detenerlo y otra que pueda", comentó a AFP el politólogo Luis Salamanca.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Fiscalía General, aliadas del gobierno, abrieron investigaciones contra el jefe parlamentario por "usurpación" de funciones y dictaron, además del impedimento de salida, el congelamiento de sus bienes.
"Cualquier amenaza o acto contra su retorno seguro encontrará una fuerte y significativa respuesta de Estados Unidos y la comunidad internacional", advirtió en Twitter el consejero de seguridad estadounidense, John Bolton.
La representante de la Unión Europea, Federica Mogherini, advirtió que cualquier medida que ponga "en riesgo la libertad, la seguridad o la integridad personal" de Guaidó sería "una gran escalada de tensiones".
Guaidó se autoproclamó presidente interino el 23 de enero luego de que el Congreso declarara a Maduro "usurpador" por asumir el 10 de enero un segundo mandato que la oposición, como gran parte de la comunidad internacional, considera ilegítimo y originado en una reelección "fraudulenta".