"En Estados Unidos tenemos un monumento claro de lo que pueden construir los cubanos: se llama Miami".
Lo dijo el presidente estadounidense Barack Obama durante su histórico viaje a Cuba en marzo pasado.
Un homenaje al casi millón de cubanos y descendientes de cubanos que viven en la ciudad estadounidense, y a los que se les atribuye buena parte del dinamismo contemporáneo de la ciudad.
El magnate de la construcción Jorge Pérez es uno de esos cubanos que ha ayudado a dejar una huella fuerte en esa urbe del sur de Florida.
Su firma, Related Group, ha ocupado varias veces el podio de la mayor empresa de propiedad latina en Estados Unidos.
Y él mismo, con una fortuna valorada en más de US$3.000 millones, es uno de los inmigrantes hispanos más prósperos de Estados Unidos.
Pérez le habló a BBC Mundo de cómo su comunidad ha ayudado a convertir a Miami en una capital internacionalmente reconocida.
El perfil de Miami
El empresario ayudó a definir, literalmente, el perfil físico de la ciudad, con su trabajo al frente de un conglomerado especializado en la edificación de torres de apartamentos de lujo.
Se calcula que ha construido 80.000 viviendas en la ciudad y el Wall Street Journal lo llama el "Rey de los Condominios" de Miami.
Durante la crisis financiera de 2008, su imperio inmobiliario parecía tambalearse.
Pero hoy la empresa se va mejor, y se ha beneficiado del gran interés, especialmente entre extranjeros, por comprar propiedad en Miami.
Qué hay en un nombre
El nombre del magnate está también en la fachada del flamante Museo deArte de Miami. La institución se llama oficialmente "Museo de Arte Jorge M. Pérez", luego que el empresario donara US$40 millones para su contrucción.
Muchos en la dirigencia tradicional de Miami se quejaron cuando se anunció que el museo llevaría su nombre. No les parecía apropiado.
Pero Pérez se defiende.
"En Estados Unidos cuando ves museos y otros edificios cívicos, ves el nombreRockefeller, Carnegie o Guggenheim, pero nunca ves el nombre Pérez, oRodríguez", le dice a BBC Mundo.
"Era muy importante para mi, personalmente y como representante de la comunidad hispana, que nosotros empezáramos a tener nuestros nombres en las fachadas de esas importantes instituciones cívicas. Eso quiere decir que estamos realmente volviéndonos parte de esta sociedad", agrega.
Un sitio desolado
Pérez no tiene duda del papel que los cubanos han jugado en la prosperidad de su ciudad adoptiva a partir de la década de 1960, cuando empezaron a llegar tras de la Revolución castrista.
"Miami era un sitio más bien desolado en ese entonces, con una economía basada en el turismo. Los cubanos fueron los pequeños empresarios que impulsaron el crecimiento de la ciudad".
"Antes de 1960, Miami era un sitio suburbano donde venían los jubilados a pasar los últimos años de su vida. Gracias a la migración cubana, en buena parte, Miami se volvió una gran ciudad y se está convirtiendo en uno de los centros urbanos más destacados del mundo".
"Nos recordarán en la historia por nuestra gran contribución a hacer de ésta una gran ciudad", puntualiza.
Fortuna
Jorge Pérez habla con un ligero acento colombiano.
Nacido en 1949, en su juventud pasó varios años en Bogotá, adonde emigraron sus padres cubanos luego de la revolución de Fidel Castro.
Llegó a Miami en 1968, inicialmente para estudiar en la universidad. En 1976 empezó a trabajar en el departamento de planeación del gobierno de la ciudad.
Luego probó fortuna construyendo viviendas de bajos ingresos en la Pequena Habana y otros barrios de clase trabajadora de Miami.
Y de ahí pasó a las grandes ligas. En 1979 fundó la firma Related Group.
La revista estadounidense Forbes calcula su fortuna a mediados de 2016 en US$3.400 millones.
Está entre los 500 hombres más ricos del mundo.
Pérez ha dicho a los medios que le gustaría que el embargo estadounidense sobre Cuba se levante, lo que, asegura, ayudaría a convertir a La Habana en una meca internacional de la propiedad raíz.
Por el momento, sin embargo, el rey de los condominios sigue edificando las torres que se han convertido en uno de los símbolos de una ciudad que algunos califican de superficial, pero que muchos otros la ven como la encarnación misma del Sueño Americano.