Israel va a prohibir a partir del domingo por la nochela entrada a su territorio de ciudadanos extranjeros, con la esperanza de frenar la propagación de la nueva variante del coronavirus ómicron, con un caso ya confirmado en el país, anunciaron las autoridades.
"La entrada de ciudadanos extranjeros en Israel está prohibida salvo en casos aprobados por un comité especial", anunció la oficina del primer ministro, precisando que la medida entra en vigor el domingo por la noche.
Los ciudadanos israelíes vacunados deberán presentar un test PCR y someterse a cuarentena durante tres días, medida extendida a siete días para los no vacunados, precisa el comunicado.
Estas decisiones suponen la interrupción de la reapertura de fronteras, el 1 de noviembre, a los turistas extranjeros vacunados.
El anuncio de estas medidas, que deben ser aprobadas por el gobierno este domingo por la mañana, se produce horas antes del inicio de la festividad judía de Hanuka, que dura ocho días, y durante los cuales se producen numerosas reuniones y festejos.
El viernes el primer ministro Naftali Bennett había anunciado una serie de medidas para identificar a las personas potencialmente contaminadas y limitar los viajes entre Israel y el continente africano tras la detección en el país de un caso de la variante ómicron en un viajero que retornaba de Malaui.
"Estamos cerca de una situación de emergencia (...) No debemos correr ningún riesgo" afirmó Bennet y sugirió la adopción de nuevas medidas "fuertes y rápidas" por su gobierno.
El Estado hebreo fue uno de los primeros en lanzar una gran campaña de vacunación en diciembre de 2020, lo que permitió la doble vacunación de más de 5,77 millones de los nueve millones de israelíes, es decir 80% de los adultos, y la administración de una dosis de refuerzo a cuatro millones de personas.