Israel bombardeaba intensamente en la madrugada del sábado los suburbios sur de Beirut, Líbano, después de atacar en la víspera el cuartel general de Hezbolá con el objetivo, según los medios israelíes, de matar al jefe del movimiento islamista, Hasán Nasralá.

Las llamas de múltiples incendios iluminaban el cielo nocturno de Beirut. La cadena local al-Manar, afiliada a Hezbolá, reportó "sucesivos ataques sionistas" contra al menos cinco barrios del sur de la capital, bastión de este poderoso actor político y militar libanés.

Cientos de familias huyeron de la zona después de un aviso del ejército israelí de que iba a atacar. Sumergidas en la oscuridad por la falta de electricidad, las calles, habitualmente desiertas a esas horas, se llenaron de atascos.

"Estábamos en casa cuando hubo la orden de evacuar. Tomamos los documentos de identidad, nuestras cosas y salimos", dijo a la AFP Radwan Msallam, un refugiado sirio y padre de seis hijos que ahora no tiene "ningún sitio adonde ir".

La nueva campaña de bombardeos contra la capital libanesa empezó por la tarde del viernes, pocas horas después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijera en la ONU que los ataques seguirán "hasta que se alcancen todos sus objetivos".

En Líbano buscan "detener a Netanyahu"

Esta nueva serie de bombardeos y el aguerrido discurso de Netanyahu en la Asamblea General de la ONU, boicoteado por numerosas delegaciones, echan por tierra las esperanzas de una tregua temporal de 21 días propuesta esta semana por Estados Unidos y Francia.

"Nadie parece capaz de detener a Netanyahu", lamentó el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, quien dijo que la única esperanza para frenar la escalada es Estados Unidos, principal aliado y proveedor de armas de Israel.

El secretario de Estado de la Casa Blanca, Antony Blinken, urgió a ambas partes a "dejar de disparar", y el presidente Joe Biden subrayó que su país no había sido informado de la nueva operación israelí.

Además, su canciller Abbas Araghchi denunció en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU la "complicidad de Estados Unidos en los crímenes" de Israel y las "amenazas escandalosas" formuladas por Netanyahu en Nueva York.

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