Los investigadores estadounidenses comenzaron este sábado a reconstruir los hechos que llevaron a un estudiante a abrir fuego en su universidad de Oregón (oeste) y matar a nueve personas, antes de suicidarse cuando la policía lo rodeó.

Durante un velatorio de homenaje el sábado en Roseburg, escenario de la tragedia, 200 personas lloraban y rezaban con la música de un concierto de canciones cristianas.

"Estamos todos aquí para estar juntos", cuenta Dean Hicock, de cabello encanecido, quien lleva una camiseta con la leyenda "oren por Roseburg". "Nací aquí y viví 26 años en Portland, la mayor ciudad de Oregon, "y vinimos aquí porque era un lugar apacible", dice.

Jerry Smart, pastor y organizador del velatorio, pronunció los nombres de las nueve víctimas, de entre 18 y 67 años. Y a propósito del autor de los disparos, Chris Harris Mercer, agregó: "no diré su nombre".

El jefe policial de Douglas, John Hanlin, reveló que el atacante, identificado como Chris Harper Mercer, de 26 años, se suicidó después del intercambio de disparos con la policía en el Umpqua Community College de la localidad de Roseburg y abrir fuego durante su clase de expresión escrita. 

Las primeras investigaciones determinaron que el joven tenía un total de 14 armas de fuego, de las cuales seis fueron encontradas en el campus universitario, más un chaleco antibalas y municiones. Las otras ocho armas estaban en su apartamento en Roseburg, donde vivía con su madre.

Ian Mercer, padre del joven atacante, se declaró devastado por la noticia. "¿Cómo pudo conseguir (14) armas?", dijo a la cadena de noticias CNN. "Si Chris no hubiese podido obtener esas armas, esto no habría ocurrido".

Mi corazón está con todas las familias afectadas por esto
Ian Marcer, padre del joven atacante

"Mi corazón está con todas las familias afectadas por esto", agregó el padre, quien vive en California.

"El afortunado"

Según las autoridades, Mercer luchaba con problemas de salud mental desde hace un tiempo y dejó una declaración escrita de varias páginas en la que contaba que se sentía solo y que se inspiró en otros atacantes.

La madre de uno de los nueve heridos en la matanza dijo que su hija de 16 años vio cuando Mercer le entregó a otro estudiante un sobre, antes de ordenar a otros estudiantes que se pusieran en el centro de la clase.

"Le dijo: 'tú vas a ser el afortunado' y le dio el sobre (...). Él iba a ser quien contara la historia", relató la madre de Cheyenne Fitzgerald, quien recibió un disparo en la espalda y perdió un riñón. 

Los testimonios de algunos sobrevivientes cuentan que el joven preguntó a los estudiantes cuál era su religión antes de disparar a otros de sus compañeros.

El jefe policial indicó que en el marco de la investigación se entrevistó a cientos de personas, incluidos vecinos y familiares del atacante, con la intención de poder determinar las causas de la masacre y cómo el joven obtuvo su arsenal.

Asimismo, tratan de rastrear su actividad en internet. En algunos de sus comentarios hallados en su correo electrónico, Mercer muestra su simpatía por el reportero de un canal de Virginia que mató recientemente en directo a dos de sus colegas. 

Apasionado de las armas 

Mercer se mudó a Oregón en 2013 con su madre tras vivir en California. Sus vecinos lo describieron como un joven reservado y tranquilo, pero apasionado cuando se trataba de armas.

"Cuando hablábamos de armas y cacería, él era muy abierto", dijo Louie Flores (32) uno de sus vecinos en California al diario The New York Times. 

"Pero nada de su vida, nunca dijo mucho al respecto", agregó.

Los cuerpos de las nueve víctimas, cinco mujeres y cuatro hombre de entre 18 y 67 años, fueron entregados a sus familiares el viernes.

Tras otros casos similares en la historia reciente del país, esta nueva masacre en una universidad estadounidense y el hecho de que Merci adquiriera su arsenal legalmente reactivaron el debate sobre el control de las armas en Estados Unidos.

El presidente Barack Obama deploró que estos hechos se hayan vuelto una "rutina" en la realidad estadounidense y denunció la "inacción" de las autoridades elegidas para regular el acceso a las armas.

Una de las más recientes tragedias ocurrió en 2012, cuando 20 niños y seis adultos fueron asesinados a tiros en la escuela Sandy Hook de Connecticut (este).

Según datos compilados por el grupo Everitown for Gunsafety, hubo unos 142 tiroteos en escuelas de Estados Unidos después de la masacre de Sandy Hook.

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