La interrupción de los cuidados médicos a Vincent Lambert, el francés en estado vegetativo que se ha convertido en un símbolo en el debate sobrela eutanasia, comenzó este lunes tras una batalla judicial de seis años.
El caso de Vincent Lambert ha dividido a su propia familia y generado un férreo debate en Francia sobre la eutanasia y la muerte digna.
Lambert sufrió en 2008, cuando tenía 32 años, un accidente automovilístico que lo dejó con daños cerebrales irreversibles, según sus médicos.
Los padres de Lambert, católicos fervientes, se han opuesto vehementemente a poner fin a la vida de su hijo y han recurrido sistemáticamente las decisiones judiciales de cesar los cuidados médicos. El sábado, enviaron una carta al presidente Emmanuel Macron pidiéndole que interviniera para mantener a su hijo en vida.
Los médicos decidieron finalmente suspender esos cuidados a partir de este lunes, tras una última decisión del Consejo de Estado francés.
La esposa de Lambert, Rachel, cinco de sus hermanos y un sobrino han apoyado las decisiones de la justicia para cesar los cuidados, y denuncian un ensañamiento terapéutico. Según ellos, no hubiera querido ser mantenido en vida a través de máquinas, pero no dejó ninguna consigna escrita.
"¡Son unos monstruos!"
"Es una vergüenza, un escándalo absoluto, ni siquiera pudieron besar a su hijo", reaccionó Jean Paillot, abogado de los padres de Vincent Lambert, en declaraciones a la AFP, tras anunciarse la interrupción de los cuidados médicos.
"¡Son unos monstruos! ¡Monstruos!", gritó el lunes desde un vehículo Viviane Lambert, la madre de Vincent, al pasar frente al hospital de Reims (noreste) donde está internado.
Validada por el Consejo de Estado en abril, la interrupción de los cuidados médicos prevé que se apagarán las máquinas que lo hidratan y alimentan. También será sedado "de forma profunda y continua hasta su muerte" y le administrarán analgésicos como medida de precaución.
Fue el doctor Vincent Sánchez, jefe de la unidad en la que está hospitalizado Lambert desde hace varios años, quien les anunció este lunes por un correo electrónico el inicio del protocolo de fin de vida.
"En este período doloroso, espero por el señor Vincent Lambert que cada uno sabrá abrir un paréntesis y reunirse, alrededor de él, para que estos momentos sean los más tranquilos, íntimos y personales posibles", reza el correo que la AFP pudo consultar.
El doctor Sánchez "en violación de todos sus deberes y de lo que nos hizo creer, acaba de anunciar a la familia que inició el proceso de muerte sin previo aviso, sin tener en cuenta los recursos, sin tener en cuenta las medidas provisionales (...) ¡Todavía estamos a tiempo de detener esta locura!", urgieron los abogados Jean Paillot y Jérôme Triomphe.
Batalla legal
Los abogados de los padres de Lambert, que no bajan los brazos, anunciaron el domingo que presentarán tres nuevos recursos —ante el Consejo de Estado, la Corte Europea de Derechos Humanos y la Corte de Apelaciones de París— para detener la interrupción de cuidados.
Exigen también que el doctor Sanchez sea expulsado de la orden de médicos y lo amenazan con iniciar una acción legal en su contra.
Los abogados de los padres también han remitido el asunto a un órgano de la ONU, el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), que ha pedido a Francia que no suspenda la atención hasta que se examine el fondo del asunto.
Pero Francia "no está obligada" a respetar este pedido, señaló la ministra de Salud Agnès Buzyn.
La eutanasia está en el centro del debate del caso Lambert. Sus padres y una hermana estiman que Vincent es discapacitado y cortarle la alimentación y la hidratación es una forma de eutanasia, que está prohibida en Francia.
Al contrario, su mujer y cinco de sus hermanos denuncian un ensañamiento terapéutico debido que está en estado vegetativo y sufre lesiones cerebrales consideradas irreversibles.