AFP
El huracán Nate tocó tierra en la desembocadura del río Misisipi en el sureste del estado de Luisisana este sábado, tras dejar al menos 31 muertos y cuantiosos daños en Centroamérica.
El ciclón, actualmente de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson de cinco, comporta rachas de viento de 140 kms por hora y se desplaza en dirección al norte a 31 kms por hora, anunció el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense en su boletín de las 00H00 GMT.
"En la trayectoria pronosticada, el centro de Nate tocará tierra por segunda vez a lo largo de la costa de Misisipi esta noche. Luego de tocar tierra, se espera que el ojo de Nate pase por partes de Misisipi, Alabama y Tennessee más tarde en la noche y hacia la noche del domingo", agregó el NHC.
Si se desplaza como previsto, lo peor del huracán evitará Nueva Orleans, ciudad devastada por el poderoso huracán Katrina en 2005.
Sin embargo, Nueva Orleans sentía los embates de la tormenta, y permanecía bajo advertencia junto a otras ciudades ubicadas en la costa del Golfo de México.
El presidente Donald Trump, que autorizó recursos adicionales si el caso lo amerita, dijo que la agencia federal de gestión de emergencias FEMA está preparada para la tormenta, y urgió a los residentes de Luisiana, Mississippi y Florida, a que "escuchen a las autoridades locales y cuídense".
El NHC estima que las inundaciones provocadas por el huracán puedan llegar hasta los 3,35 metros en algunas zonas y que podría haber hasta 26 centímetros de precipitaciones.
Nueva Orleans emitió un toque de queda obligatorio a partir de las 18H00 locales (23H00 GMT) y también se emitieron órdenes de evacuación para algunas zonas de esta ciudad situada por debajo del nivel del mar.
"Nuestra peor amenaza no es necesariamente la lluvia, sino fuertes vientos y oleajes", dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu.
Habitantes de la ciudad llenaban bolsas de arena para usarlas como barreras, mientras otros obedecían a las órdenes de evacuación y se marchaban con sus vehículos repletos.
"Viví el huracán Katrina y sé de qué se trata", comentó Jackie Daigre, de 69 años, que vive en Nueva Orleans hace 41 y ya sufrió tres huracanes.
Daigre se apuró para aprovisionarse en un supermercado, cuyas existencias en agua se agotaron y debió cerrar sus puertas a las 15 horas.
Juanita Stoval, de 57 años, adquirió algunas conservas pero afirma contar con lo esencial: "tengo antorchas y una radio a pilas, tengo también velas y juegos", dijo esta mujer que ya vivió otros huracanes y que prevé abandonar la ciudad junto a sus tres hijos.
En tanto, en México, donde no esperaban el impacto directo de la tormenta pero sí que deje fuertes precipitaciones, las clases fueron suspendidas y se hicieron llamados a evitar actividades turísticas en el estado de Quintana Roo, donde está el popular balneario de Cancún.
"Se llevó todo"
En su paso por Centroamérica, Nate dejó una estela mortal: 16 personas fallecieron en Nicaragua, 10 en Costa Rica, tres en Honduras y dos en El Salvador.
En Costa Rica, más de 5.000 personas encontraron protección en refugios temporarios, mientras los cuerpos de socorristas buscaban a 30 personas desaparecidas.
Comunidades en Costa Rica y la vecina Nicaragua continuaban aisladas por la destrucción de puentes, inundación de carreteras, ríos desbordados y deslaves que arrasaron casas y caminos.
"Nos sacaron los bomberos porque estábamos ahogándonos", dijo a AFP Bonavide Velázquez, una mujer de 60 años que vivía a orillas de un río en el departamento sureño de Rivas, Nicaragua. "El río se llenó y se llevó la casa, los chanchos, las gallinas, se llevó todo".
Fuerte temporada
Nate es el último de una serie de tormentas letales que ha golpeado el Caribe en esta especialmente fuerte temporada de huracanes, que suele durar de junio a noviembre.
El sureste de Estados Unidos fue duramente golpeado en agosto por dos huracanes: Harvey, que provocó más de 70 muertos y considerables daños materiales, e Irma, que tras pasar por las Antillas alcanzó la categoría 5 y provocó 12 muertos en Florida.
Otra poderosa tormenta, el huracán María, devastó el Caribe a fines de septiembre, incluyendo a Dominica y Puerto Rico, un territorio estadounidense.
Contrario a Harvey, que dejó cantidades récord de lluvias sobre Texas por una semana, el pasaje de Nate se espera que sea más rápido.
Sin embargo, el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, no descartó que también podría causar daños: "A cualquiera que esté en zonas bajas (...) le estamos urgiendo a prepararse ahora", dijo.
Mientras en el vecino Misisipi se formaban filas en estaciones de gasolina, en áreas que podrían ser alcanzadas por Nate.
Además, plataformas petroleras y gasíferas, numerosas en la zona del Golfo de México, fueron evacuadas ante la llegada del huracán.