AFP
El candidato opositor de izquierda Salvador Nasralla se proyectaba este lunes como ganador de las elecciones de Honduras, por encima del presidente Juan Orlando Hernández, según resultados parciales anunciados en la madrugada tras una larga e inquietante espera.
En el primer corte del conteo de votos, presentado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) 10 horas después del cierre de las urnas y con 57% de mesas escrutadas, Nasralla tenía 45,17% de los votos frente a 40,21% de Hernández. Ambos se habían proclamado vencedores antes del boletín oficial.
Minutos antes de la presentación de datos, Hernández dijo a sus simpatizantes en un hotel capitalino: "Estamos arriba por siete puntos". Mientras seguidores de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, de Nasralla, llegaron en caravana a la sede del TSE para exigir resultados.
Portando banderas rojas, los activistas opositores coreaban luego "sí se pudo" y "fuera JOH", por las iniciales del presidente Hernández.
"Vencimos a la dictadura y vencimos al fraude, yo sabía que ganaríamos", declaró entusiasmado Julio Laínez, un estudiante de 22 años.
El proceso electoral estuvo marcado por la polémica postulación de Hernández a la reelección, prohibida en la Constitución y que solo fue posible gracias a un fallo del tribunal constitucional, y el temor a un fraude oficialista. Con los primeros resultados, todo daba un giro.
Sin embargo, tras conocer el conteo parcial, Hernández envió un audio a sus seguidores resaltando precisamente que el resultado no es final.
"El dato del tribunal no es concluyente porque únicamente recoge los resultados de las principales ciudades del país, eso representa solo 20% de los votos. El 80% restante nos favorece a nosotros, así que tenemos que ser cuidadosos, pacientes, y llevar el proceso hasta el final", manifestó Hernández, de 49 años.
El izquierdista Nasralla, en tanto, insistió en tener una ventaja sostenida sobre Hernández.
"En vista que la tendencia no cambia, les puedo decir que yo soy el nuevo presidente de Honduras", expresó eufórico Nasralla, acompañado del expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009 y coordinador de la alianza opositora.
La tensión por la larga espera y las respectivas proclamaciones se produjo tras una jornada electoral tranquila en la que seis millones de hondureños estaban llamados a escoger a sus autoridades para los próximos 4 años.
Nasralla, un periodista de 64 años, convocó a la población a congregarse el lunes en la capital para conmemorar su victoria, aunque más temprano les había pedido movilizarse ante un posible "fraude".
Confusión
"Me preocupa la confusión que genera entre la población el que dos candidatos se hayan declarado ganadores", antes de los resultados del TSE, expresó el director del privado Centro de Documentación de Honduras (Cedoh), Víctor Meza.
De nueve candidatos a la presidencia, solo tres aparecían con posibilidades: además de Hernández y Nasralla, el académico Luis Zelaya, del Partido Liberal (PL, derecha).
Zelaya obtenía 13,77% de los votos en el primer corte del TSE.
Los dos opositores habían advertido que no reconocerían una reelección de Hernández, por considerarla inconstitucional.
Una de las naciones más pobres de América Latina, Honduras carga con el lastre de la violencia: es uno de los países sin guerra más violentos del mundo, con una tasa de homicidios que en 2016 se situó, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional, en 60 por 100.000 habitantes. El Banco Mundial ubica al promedio global en 5,3 homicidios por cada 100.000 habitantes.
¿Posible confrontación?
Unos 16.000 observadores participan en las elecciones, de los cuales 600 son de misiones extranjeras, incluidas la Unión Europea y la OEA.
Se votó también por 128 diputados, 298 autoridades municipales y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
El historiador y sociólogo Marvin Barahona, del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, había advertido que la posible reelección de Hernández podría despertar un clima de confrontación en el país.
La candidatura de Hernández tenía "una alta dosis de ilegalidad, lo que conlleva a que los resultados pueden ser ocasiones para mayores confrontaciones, sobre todo si los mismos favorecen al oficialismo, por ser calificados por diversos sectores como fraudulentos", opinó Barahona.
Sin embargo, el Consejo de Expertos Electorales en Latinoamérica (CEELA) descartó un fraude y exaltó la amplia participación en la votación hondureña.
"Las diferentes etapas del proceso se han ido cubriendo a cabalidad" lo que "imposibilita un fraude o alteración de los resultados", afirmó en la tarde del domingo el ecuatoriano Nicanor Moscoso, del CEELA y expresidente del tribunal electoral de su país.