El movimiento islamista libanés Hezbolá se comprometió el miércoles a continuar combatiendo en apoyo a Gaza después de la explosión imputada a Israel de cientos de bíperes de sus miembros que causaron 9 muertos y unos 2.800 heridos.

"La resistencia islámica en Líbano continuará, como en todos los días anteriores, sus operaciones para apoyar a Gaza, su pueblo y su resistencia, y para defender a Líbano, su pueblo y su soberanía", dijo el grupo, aliado del palestino Hamás.

En su comunicado, este movimiento afín a Irán también prometió un "duro ajuste de cuentas" contra Israel "por su masacre del martes", que el Estado hebreo no ha comentado.

El Ministro de Salud libanés, Firass Abiad, dijo que las detonaciones "mataron a nueve personas, incluida una niña". "Unas 2.800 personas resultaron heridas, de las cuales 200 críticamente", agregó.

Según el ministro, la mayoría de las víctimas presentan heridas "en el rostro, en una mano, en el vientre e incluso en los ojos".

Los bíperes o buscapersonas son aparatos de mensajería y localización de pequeño tamaño que no necesitan tarjeta SIM ni conexión a internet.

Entre los muertos se encuentra el hijo de un diputado de Hezbolá, dijo a la AFP una fuente cercana al movimiento, y una niña de diez años por la explosión del buscapersonas de su padre, dijo la familia y otra fuente cercana al grupo proiraní.

También resultó herido el embajador iraní en Beirut, Mojtaba Amani, quien está fuera de peligro, indicó la televisión estatal del país persa.

Igualmente en la vecina Siria 14 personas resultaron heridas por la explosión de bíperes utilizados por Hezbolá, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización con sede en el Reino Unido.

Riesgo de "conflagración" regional

El diario estadounidense The New York Times señaló que los dispositivos procedían de Taiwán y fueron cargados con explosivos antes de llegar a Líbano.

Sin embargo, el jefe de la empresa taiwanesa Gold Apollo, señalada por el diario como fabricante, negó cualquier relación. "No son nuestros productos", dijo Hsu Ching-kuang a la prensa en Taipéi.

Estados Unidos, principal aliado de Israel, "no estuvo implicado" ni "estuvo al corriente de este incidente", aseguró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

La coordinadora especial de Naciones Unidas para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, alertó del riesgo de una "escalada sumamente preocupante en un contexto ya (...) volátil".

También urgió "a todas las partes involucradas a abstenerse de cualquier acción (...) que pueda desencadenar una conflagración más amplia".

En medio de estos temores, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llegó el miércoles a Egipto para hablar sobre una eventual tregua en Gaza, aunque fuentes cercanas no prevén grandes avances en este viaje.

Caos frente a los hospitales

Una fuente cercana a Hezbolá dijo que "cientos de miembros" del movimiento "habían resultado heridos por la explosión simultánea de sus buscapersonas", tanto en los suburbios del sur de Beirut, en la parte meridional de Líbano y en el valle oriental de la Becá.

Un periodista de la AFP en esa región vio numerosos heridos en los hospitales. Otro periodista en la ciudad de Sidón, en el sur, informó de la llegada de decenas de ambulancias a los hospitales.

En el suburbio sur de Beirut, un bastión de Hezbolá, los médicos atendían a los heridos en el estacionamiento de un hospital y los habitantes acudían para donar sangre.

"En mi vida había visto algo así", contó Musa, un residente de esa zona, que pidió ser identificado sólo por su nombre.

"Mi esposa y yo íbamos al médico y de repente algo explotó (...). Había gente tirada en el suelo, nadie sabía lo que estaba pasando", relató.

 Duelos de artillería casi diarios entre el ejército israelí y Hezbolá

Las explosiones se produjeron horas después de que Israel anunciara que extiende a su frontera con Líbano los objetivos de la guerra, hasta ahora focalizada contra el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza.

Desde el inicio de la guerra en Gaza, desencadenada el 7 de octubre de 2023 por una letal incursión de comandos de Hamás en el sur de Israel, la frontera con Líbano se ha convertido en escenario de duelos de artillería casi diarios entre el ejército israelí y Hezbolá, que han obligado a decenas de miles de civiles de ambos países a desplazarse.

Israel anunció su decisión de extender los objetivos de la guerra a la frontera con Líbano para permitir el regreso de los desplazados.

En el ataque del 7 de octubre, los comandos islamistas mataron a 1.205 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un recuento de la AFP hecho a partir datos oficiales israelíes.

De los 251 secuestrados durante la incursión islamista, 97 siguen cautivos en Gaza, aunque 33 de ellos fueron declarados muertos por el ejército israelí.

Los bombardeos y operaciones terrestres israelíes destruyeron el enclave y provocaron la muerte de al menos 41.252 palestinos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en el territorio.

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