El gobierno de Perú promulgó este viernes una ley que permite cremar el cuerpo del fallecido líder del grupo guerrillero Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, que yace desde el sábado en una morgue tras su muerte en prisión, donde cumplía condena a perpetuidad desde 1992.

La nueva ley autoriza a la fiscalía a "disponer la cremación, previa necropsia" del cadáver de Guzmán; y establece su entrada en vigencia a partir de este sábado. La cremación deberá ejecutarse "en un plazo máximo de veinticuatro horas" en presencia de un fiscal.

"El Ministerio de Justicia será el encargado de dispersar los restos cremados en tiempo y lugar de naturaleza reservada, con el apoyo del Ministerio del Interior", añade el texto publicado en una edición digital extraordinaria de la gaceta oficial.

"El presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, firmó la Ley N° 31352 que establece el destino de los cadáveres de internos que venían cumpliendo condena por terrorismo y traición a la patria, en su condición de líder, cabecilla o integrante de la cúpula de organizaciones terroristas", informó la secretaría presidencial.

La cremación se aplica cuando el sepelio o inhumación del condenado "ponga en riesgo la seguridad nacional o el orden interno", precisa la nueva norma legal.

Suspicacias 

El Congreso, bajo control de la derecha, había aprobado el proyecto de ley la noche del jueves  -70 votos a favor y 32 en contra y 14 abstenciones- ante la demora del gobierno en decidir el destino del cadáver de Guzmán.

Desde la muerte de Guzmán surgieron reclamos de congresistas de la derecha para ver el cadáver ante suspicacias de algunos que consideran que Castillo e integrantes de su gobierno simpatizan con Sendero Luminoso, algo que el mandatario niega de plano.

Los votos en contra salieron de la bancada del oficialista Perú Libre, el pequeño partido marxista leninista que saltó al primer plano tras ganar, para sorpresa general, las elecciones presidenciales con la candidatura de Castillo.

"Sería tonto si el presidente no lo firma", dijo a la prensa en tono mordaz el congresista ultraderechista Jorge Montoya, un exalmirante. 

Pero Castillo promulgó la ley antes de viajar temprano a México, donde participará en la cumbre de la Celac.

"Interés social"

Los restos del líder histórico de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, de 86 años, se hallan en una morgue del puerto del Callao desde el sábado, cuando murió de "neumonía bilateral" en la prisión de máxima seguridad de la base naval ubicada en esa localidad, vecina a Lima.

Su salud había decaído los últimos meses e iba a ser traslado a otra prisión en enero de 2022. En agosto había sido hospitalizado por supuestos problemas renales. Había sido vacunado con dos dosis contra la covid-19.

La fiscalía había denegado el miércoles a Elena Yparraguirre, viuda del líder guerrillero y número dos de la organización maoísta, entregarle el cuerpo a una tercera persona para darle sepultura. Ella cumple una condena a perpetuidad en una cárcel de mujeres en Lima.

La negativa de la fiscalía a entregar el cuerpo a su encarcelada viuda y mantenerlo bajo su custodia hasta que finalice la investigación de su muerte abrió las puertas para la cremación ante un vacío legal sobre estos casos.  

El fiscal Vladimir Farfán Kehuarucho "ponderó el orden público e interés social" en su decisión de no entregar el cuerpo.

El "Pol Pot de los Andes"

El "Pol Pot de los Andes" pasó sus últimos 29 años condenado como responsable intelectual de uno de los más cruentos conflictos en América Latina, con 70.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Sendero Luminoso lanzó una "guerra popular" marcada por cruentas acciones terroristas entre 1980 y 2000.

Abrazó el maoísmo y los métodos del líder camboyano Pol Pot, y se formó una imagen de revolucionario duro e implacable dispuesto a ordenar masacrar a los habitantes de un poblado de los Andes peruanos en castigo por no respaldarlo.

La "guerra" que impulsó tendría el costo social de un millón de muertos, aseguró en la única entrevista que otorgó en 1988.

Entre las acciones más sanguinarias de Sendero está el asesinato en 1984 de 117 campesinos que rehusaron apoyarlos en Soras, Ayacucho. En 1983, hicieron igual con 69 campesinos en la vecina Lucanamarca. En Lima, en 1992, un coche bomba mató a 25 personas e hirió a 150 en el barrio turístico de Miraflores.

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