El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que espera que nadie sea "asesinado" en Hong Kong, en medio de nuevas protestas tras 10 semanas de disturbios en esa ciudad semiautónoma del sur de China.
"Lo de Hong Kong es una situación difícil", dijo el presidente a periodistas en Nueva Jersey. "Espero que se resuelva pacíficamente. Espero que nadie salga lastimado. Espero que nadie sea asesinado", agregó.
El aeropuerto de Hong Kong suspendió este martes todos los registros de pasajeros debido a nuevas manifestaciones prodemocracia, después del caos generado la víspera por la cancelación de cientos de vuelos que llevó a la jefa del ejecutivo local a denunciar el riesgo de abocar a la ciudad a un "camino sin retorno".
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En el quinto día de una movilización sin precedentes en el octavo aeropuerto mundial, los manifestantes endurecieron la protesta con el bloqueo de los pasillos que conducen a las zonas de embarque de las dos terminales. Las autoridades aeroportuarias decidieron anular todos los registros.
"Las operaciones en las terminales del aeropuerto internacional de Hong Kong fueron seriamente perturbadas debido a una concentración pública", indicaron las autoridades del aeropuerto en un comunicado, en el que anunciaron la suspensión de los registros de pasajeros por la tarde.
La jefa de gobierno de Hong Kong —que es designada por Pekín—, Carrie Lam, alertó este martes de nuevo sobre las peligrosas consecuencias para la ciudad, uno de las capitales mundiales de las finanzas.
"La violencia, ya sea su uso o su justificación, llevará a Hong Kong por un camino sin retorno y hundirá a la sociedad de Hong Kong en una situación muy preocupante y peligrosa", aseguró en una rueda de prensa.
El martes por la mañana, el tráfico se reanudó progresivamente pero la situación se deterioró por la tarde cuando regresaron miles de manifestantes, la inmensa mayoría con ropa negra, color emblemático del movimiento.