En el segundo discurso del Estado de la Unión de Donald Trump ante el Congreso de Estados Unidos, las senadoras y delegadas demócratas volvieron a vestir de blanco en un gesto por la lucha de la igualdad de derechos.

De acuerdo con la representante de Florida, Lois Frankel, mediante esta vestimenta "honraremos a todos los que vinieron antes de nosotros y enviaremos un mensaje de solidaridad de que no vamos a regresar a nuestros derechos ganados con tanto esfuerzo".

Este gesto ocurrió por primera vez en el 2017, ocasión en la que señalaron que con dicha vestimenta se buscaba honrar a las mujeres que iniciaron la lucha por la equidad de género y que alcanzaron logros como el voto en las elecciones.

Mientras que el 2018, la vestimenta fue de negro en apoyo por el movimiento #MeToo que reveló los acosos sexuales ocurridos al interior de la industria hollywoodense.

En esta ocasión, el grupo femenino del Congreso busca promover temas que se relacionan con los derechos reproductivos, la igualdad salarial para las mujeres y la licencia familiar remunerada.

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