La gran nube de polvo del Sahara, que cubrirá a Cuba hasta el próximo viernes, opacó el habitual cielo azul de la isla, provocó un calor récord y podría causar afecciones respiratorias, en momentos en que el país controla la pandemia del nuevo coronavirus.

Según el Instituto de Meteorología, se registró este miércoles una temperatura récord para la fecha de 37,4ºC en la oriental provincia de Guantánamo, muy cerca de la base militar de Estados Unidos. 

Se observan "áreas de polvo del Sahara sobre la capital cubana, pero mañana (jueves) en la mañana ocurrirá la mayor concentración", pronosticó en Facebook el meteorólogo local José Rubiera. 

El fenómeno origina una masa de aire caliente y seca que, aunque eleva los termómetros, contrarresta la formación de ciclones tropicales. Ello supone, además de una sensación de mucho calor, una disminución de las lluvias. 

Generadas por tormentas de arena y polvo del Sahara, estas nubes viajan hacia esta parte del mundo empujadas por vientos, y son un fenómeno normal en esta época del año, pero esta vez la concentración de polvo está "muy por encima de los niveles normales", dice Rubiera.

Ello "ocasiona un deterioro apreciable de la calidad del aire", explicó el científico cubano Eugenio Mojena.

Según Mojena, experto en el tema, estas nubes están cargadas de materiales "altamente nocivos para la salud humana" y "los diferentes ecosistemas marinos y terrestres".

Contienen "minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, además de virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos", precisó.

El jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán, descartó cualquier relación entre la nube de polvo y el nuevo coronavirus, pero destacó que pueden "aumentar las afecciones respiratorias y alérgicas". 

La isla de 11,2 millones de habitantes reportó este miércoles un solo caso del nuevo coronavirus, y acumula un total de 2.318, con 85 fallecidos y 2.130 curados.

Cuba inició el pasado jueves la primera de sus tres fases de desconfinamiento, tras considerar controlada la pandemia. La Habana, su capital, es la única zona del país donde se mantienen las restricciones porque continúa registrando contagios.

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