Los dos principales pilares de lo que quedaba del puente Morandi de Génova, en el norte de Italia, cuyo derrumbe causó 43 muertos en agosto de 2018, fueron demolidos con explosivos este viernes, en medio de la polémica sobre las concesiones de las que se beneficia su empresa administradora.

La detonación tuvo lugar a las 09H37 (07H37 GMT) y las 4.500 toneladas de hormigón y acero de los dos gigantescos pilares se convirtieron en una inmensa nube de polvo en siete segundos, ante la mirada de numerosos habitantes, que seguían la demolición desde el perímetro de seguridad.

Los dos vice primeros ministros italianos, Matteo Salvini (La Liga, extrema derecha) y Luigi Di Maio (Movimiento 5 Estrellas, antisistema), estaban presentes en el lugar, en medio de una polémica sobre una posible revocación de las concesiones de la empresa italiana Atlantia, que gestiona el puente a través de la firma Aspi (Autostrade per l'Italia).

Para la demolición, tuvieron que ser evacuados cerca de 4 mil vecinos, aunque los habitantes que vivían directamente bajo el puente tuvieron que abandonar sus alojamientos desde el día de la tragedia.

"Todo sucedió como estaba previsto", dijo el alcalde de Génova, Marco Bucci, a la espera del visto bueno de los expertos al final de la tarde para autorizar a los vecinos regresar a sus casas.

Se dispusieron depósitos de agua y cañones de irrigación en el sector para establecer un muro de agua con tal de evitar la dispersión de polvo hasta la ciudad.

El 14 de agosto de 2018, bajo una intensa lluvia, una parte del puente Morandi, cuyo nombre proviene del arquitecto que lo creó en los años 1960, se hundió de forma repentina, arrastrando con él vehículos y pasajeros, entre ellos cuatro niños.

Cabe recordar que en el incidente murió un ciudadano chileno identificado como Juan Figueroa, radicado hace 40 años en Génova.

La demolición del puente empezó en febrero, con el desarme de las diferentes fracciones entre los pilares más pequeños.

En paralelo, la construcción de un nuevo viaducto en acero y hormigón, diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano, empezó con un acto simbólico esta semana al poner una capa de hormigón. Un primer componente de la nueva infraestructura tiene que llegar este viernes al puerto de Génova procedente de la región de Nápoles.

"Grave incumplimiento" 

Pero Salvini y Di Maio divergen sobre el lugar que debe ocupar el grupo Atlantia en el futuro de este tramo de autopista.

Di Maio, a cargo del Desarrollo Económico, reafirmó su voluntad de retirar a Atlantia todas sus concesiones en Italia. Para él, el grupo y su accionista principal, la familia Benetton, son responsables de negligencias en el mantenimiento del puente.

El miércoles, el ministro aseguró que el grupo perdería mucho valor con la revocación de las concesiones y que no podía estar implicado en el rescate de la compañía aérea Alitalia.

El grupo anunció que se reserva la decisión de tomar medidas legales contra Di Maio.

"Si no cumplen con el mantenimiento, el puente se cae. Si no trabajas bien, las acciones se derrumban", replicó tras acusar de nuevo a la familia Benetton de ser responsable de la tragedia. 

Salvini, en cambio, moderó su discurso respecto a los días que siguieron al drama, recordando que Atlantia daba "trabajo a miles de personas" y que se tenía que vigilar a la hora de hacer "juicios sumarios".

Atlantia, líder mundial de las concesiones aeroportuarias y en autopistas, emplea a unas 30.000 personas en el mundo.

Desde la cumbre del G20 en la ciudad japonesa de Osaka, el jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte, hizo saber que el proceso de revocación seguía su curso: "El incumplimiento grave (de la empresa que gestiona este tramo) es un hecho objetivo, no podemos hacer como si nada hubiera pasado".

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