Estados Unidos volverá a realizar ejecuciones federales a partir del 13 de julio, luego de 17 años sin llevarlas a cabo, informó este lunes el Departamento de Justicia.

Desde que en 1988 el gobierno restableció la pena de muerte, solo se han realizado tres ejecuciones federales. Pero el fiscal general, Bill Barr, anunció hace un año que tenía la intención de reanudar la aplicación de la pena capital para crímenes federales.

La mayoría de los crímenes en Estados Unidos se juzgan en cortes estatales, pero algunos, como los crímenes de odio, casos particularmente aberrantes o los que ocurrieron en reservas de nativos estadounidenses o instalaciones militares son manejados por la fiscalía federal.

Las ejecuciones mediante inyección letal de cinco condenados por asesinato estaban previstas para diciembre de 2019 y enero de este año en la penitenciaría federal de Terre Haute, en el estado de Indiana, en la región Medio Oeste de Estados Unidos.

Sin embargo, a último momento, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el levantamiento de una prohibición de las ejecuciones federales, argumentando que, "a la luz de lo que está en juego", el bloqueo a ese procedimiento debería ser revisado por una corte de apelaciones.

En abril, una corte de apelaciones en Washington aprobó el uso de pentobarbital, un barbitúrico, en las inyecciones, y Barr ordenó fijar nuevas fechas de ejecución para cuatro de los cinco condenados. "Se lo debemos a las víctimas de estos horribles crímenes", dijo el fiscal general en un comunicado.

En cumplimiento de esa orden, el Buró de Prisiones determinó que las ejecuciones se realicen entre el 13 de julio y el 28 de agosto.  Entre esos cuatro reclusos sentenciados a muerte se encuentra Daniel Lewis Lee, un supremacista blanco sentenciado por triple homicidio en 1996, incluido el de una niña de 8 años.

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