A inicios de abril, Javier Milei se reunió con la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson en Tierra del Fuego.
En la instancia, el mandatario argentino anunció la instalación de una base naval en conjunto con EE.UU.
“Se trata de un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártica y convertirán a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco”, expresó Milei.
Asimismo, tras las críticas de la oposición por “ceder” la soberanía del país, el presidente argentino defendió su decisión y la catalogó como “el primer paso para empezar a pensar en la recuperación de las Malvinas”.
La disputa entre China y Estados Unidos
De concretarse el proyecto, Argentina contaría con la presencia de ambas potencias mundiales en su territorio, ya que China tiene una base espacial en la Patagonia, lo que habría encendido las alarmas de la Casa Blanca, debido su tensa relación con el país asiático.
De hecho, a fines de marzo, el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley, declaró a La Nación que le “sorprende” que Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas “operen en secreto, haciendo quién sabe qué”.
Desde el 2017, opera una base china en la provincia de Neuquén, construida durante el gobierno de Cristina Fernández.
La estación estaría destinada a “misiones denominadas de espacio profundo, ubicadas a distancias que superan los 300 mil km de distancia de la Tierra”, detalla la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).