Por Nicholas Perry/Yakarta (France Presse)
Atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) dejaron este jueves al menos siete muertos, incluyendo a los cinco atacantes, en un barrio de Yakarta que alberga varias embajadas y oficinas de Naciones Unidas.
En una declaración publicada en internet, el grupo yihadista declaró que estallaron varias bombas "al mismo tiempo que cuatro soldados del califato atacaban (...) con armas ligeras y cinturones con explosivos".
El presidente indonesio Joko Widodo denunció de inmediato unos actos "terroristas", los cuales también dejaron 20 heridos más. El secretario de Estado estadounidense John Kerry y su homólogo saudita Adel Al Jubeir también condenaron este jueves en Londres los atentados en Yakarta.
"Estamos totalmente involucrados en el combate contra Dáesh (el Estado Islámico), contra Boko Haram (...) es sin duda el desafío de nuestra época", precisó por su parte Kerry.
Por su parte, Ottawa anunció que las autoridades indonesias le informaron que un canadiense murió en Yakarta, capital del país con mayor población musulmana del mundo.
El jueves murieron "cinco terroristas" y dos civiles, un holandés y un indonesio, había declarado previamente el ministro de Seguridad indonesio, Luhut Panjaitan.
No obstante, la embajada de Holanda no confirmó esta información, e indicó que uno de sus ciudadanos resultó herido y tuvo que ser hospitalizado. La policía, que había pedido a la población tras los ataques que permaneciera en sus casas por el peligro de que hubiera tiradores sueltos, afirmó más tarde que todos los asaltantes habían sido neutralizados.
"Ahora la situación está bajo control", dijo el portavoz de la policía de la capital indonesia, Muhamad Iqbal.
"Como un sismo"
Iqbal también indicó que cinco policías, un civil extranjero y cuatro indonesios resultaron heridos. Según varios testigos, el ataque se inició poco después de las 10H30 (03H30 GMT). Algunos habitantes indicaron que hubo al menos seis explosiones, no lejos del centro comercial de Sarinah.
"Escuché una fuerte explosión, como un sismo, y bajamos todos" a la calle, contó a France Presse Ruli Koestaman, un hombre de 32 años que se encontraba reunido cerca del lugar.
"Vimos que el (café) Starbucks de al lado también había sido destruido. Vi a un extranjero, un occidental, con la mano mutilada, pero vivo", añadió. La cadena estadounidense de cafeterías anunció el cierre de todos sus establecimientos en Yakarta hasta nuevo aviso.
"Todo el mundo se congregó y un terrorista llegó y empezó a disparar contra nosotros y el Starbucks", prosiguió Koestaman, agregando que el atacante disparó también contra un periodista.
Varias fotografías muestran los cuerpos ensangrentados de dos personas -al parecer civiles- en una avenida, cerca de una garita de la policía totalmente destruida.
"No fue un atentado suicida, más bien, según testigos, un artefacto que fue arrojado, una bomba o una granada", declaró a Metro TV Charliyan, en alusión a la explosión que destrozó ese puesto de policía.
Regresos de Siria
La policía indonesia estaba en alerta máxima durante las fiestas de Año Nuevo, tras haber desbaratado un proyecto de atentado suicida en Yakarta. Según la policía, el Estado Islámico había lanzado una advertencia enigmática antes de los ataques del jueves. "El aviso decía que habría un concierto en Indonesia y que estaría en todas las noticias internacionales", informó Charliyan.
Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, fue precipitado en su propia "guerra contra el terrorismo" tras los atentados de Bali en 2002 (202 muertos). Pero el archipiélago no había registrado ningún otro gran atentado desde el que dejó nuevo muertos en julio de 2009 en varios hoteles de lujo en Yakarta.