AFP
Cinco años después de la elección como sede del Mundial-2022, Catar está inmerso en la construcción de las grandes obras relacionadas con la cita mundialista: se están levantando seis estadios, pronto funcionará un metro en Doha e, incluso, el emirato proyecta reservas de agua gigantescas.
Seis estadios en construcción
Seis de los ocho estadios previstos para albergar la Copa del Mundo (la FIFA deberá fijar antes del final de año su número definitivo) están construyéndose. Entre ellos, el futuro escenario del partido inaugural y de la final, un recinto para 80.000 espectadores en Losail, una ciudad que sale de la nada a unos 15 km al norte de Doha en el marco de un proyecto faraónico valorado en 45.000 millones de dólares.
La entrega del primer estadio, el Khalifa International Stadium, de una capacidad para 40.000 personas, está prevista para finales de 2016, es decir, seis años antes del Mundial. Antes, acogerá el Mundial-2019 de atletismo.
Los trabajos de otros tres recintos para 40.000 espectadores (el Al Rayyan Stadium, el Qatar Foundation Stadium y el Al Wakrah Stadium), donde se jugarán los partidos hasta cuartos de final, también han comenzado, así como la construcción en la ciudad de Al Khor (a 40 km al norte de Doha) del Al Bayt Stadium (60.000 plazas), donde está prevista una de las semifinales.
El avance de estos trabajos puede supervisarse en tiempo real por los responsables del Comité de Organización desde una sala de control con aires futuristas en uno de los pisos de la Al Bidda Tower, en Doha, gracias a un sistema de video.
"Se han hecho avances importantes hasta el momento en los preparativos", declaró el mes pasado uno de los responsables de este comité, Nasser Al-Khater. "Tras la atribución del Mundial en 2010, se ha realizado una cantidad de trabajo increíble".
Un metro por terminar
En el aspecto de los transportes, el principal proyecto en marcha es la construcción del metro de Doha, cuyo coste está estimado en 36.000 millones de dólares. Previsto para entrar en servicio en 2019, tiene como objetivo ayudar a descongestionar el tráfico por carretera en la capital catarí.
Actualmente se han terminado el 60% de los 113 kilómetros de túneles necesarios. En cuatro años deberían estar construidas 37 estaciones.
Una línea de tranvía debe también construirse en Losail, así como nuevas carreteras y embarcaderos.
El nuevo aeropuerto Hamad International, que costó 17.000 millones de dólares (unos 16.000 millones de euros) está ya en servicio.
Reservas de agua
Incluyendo los transportes, Catar cuenta con invertir un total de 225.000 millones de dólare (212.000 millones de euros) en su programa de infraestructuras, según una estimación del Banco Nacional de Catar (QNB), la mayor parte en funcionamiento durante el Mundial.
Entre esas inversiones está un amplio proyecto de almacenadores de agua, para guardar el líquido elemental en este Estado desértico. Ello serviría también para el servicio en el Emirato durante esos meses de noviembre y diciembre de 2022. Todo por un coste de casi 8.000 millones de dólares (7.500 millones de euros).
Aunque las obras avanzan a buen ritmo, Catar no está a salvo de malas sorpresas. A finales de noviembre, unas inundaciones pusieron en evidencia los fallos de construcción en varios de los grandes proyectos, por ejemplo con fugas de agua en el aeropuerto de Doha, lo que motivó que las autoridades cataríes abrieran una investigación.