Un escándalo sacude a la escuela pública Thomas Jefferson High School for Science and Technology (TJ), en el estado de Virginia, una de las secundarias más prestigiosas y de mayor nivel de todo Estados Unidos.
Esto luego de que, según publicó City Journal, sus autoridades decidieran ocultar los premios al mérito de algunos alumnos. La razón: no querían herir los sentimientos de los otros estudiantes.
El problema es que esa decisión perjudicó a unos 1.200 alumnos, la mayoría de origen asiático, durante los últimos cinco años, pues al no conocer sus logros académicos no pudieron utilizar esa información para mejorar sus perspectivas de admisión a la universidad y ganar becas.
La institución estuvo cinco años reteniendo las notificaciones de que algunos de sus alumnos habían aprobado el PSAT, un durísimo examen que determina si un estudiante califica como un “prestigioso becario” de Mérito Nacional.
Alrededor de 1,5 millones de estudiantes de secundaria de todo el país se presentan al examen cada año. El reconocimiento por Mérito Nacional concede millones de dólares en becas universitarias y 800 becas especiales de patrocinadores corporativos. Sólo el 3 por ciento de ellos lo consigue.
Pero los jóvenes sólo se enteran si aprobaron el examen a través de su escuela. “Se deja el honor de dar la noticia exclusivamente a los funcionarios del colegio”, explicó una vocera de la Corporación Nacional de Becas al Mérito, la organización sin fines de lucro que otorga los premios.
Ese anuncio fue el que no entregaron en la secundaria Thomas Jefferson, escándalo que apunta a su directora Ann Bonitatibus, y al director de servicios estudiantiles, Brandon Kosatka.
Ambos, de acuerdo con la publicación, fueron puestos en sus cargos hace cinco años y habían respaldado la idea de eliminar la prueba de admisión basada en el mérito de la escuela para aumentar la “diversidad”.
Cuando se destapó el escándalo, Kosatka reconoció que la decisión de ocultar la importante información fue deliberada.
“Queremos reconocer a los estudiantes por lo que son como individuos, no centrarnos en sus logros”, indicó, agregando que ni él ni la directora quería herir los sentimientos de los estudiantes que no recibieron el premio.