El acuerdo entre Turquía y la Unión Europea (UE) sobre refugiados entró en vigor esta medianoche y supone el cierre de la frontera a los inmigrantes irregulares que llegan a Grecia desde ese país. Según este acuerdo, "todos los inmigrantes irregulares que lleguen desde Turquía hasta las islas griegas desde el 20 de marzo de 2016 serán devueltos a Turquía". "Esto se hará en total acuerdo con la leyes europeas e internacionales y excluyen todo tipo de expulsión colectiva", precisa el acuerdo.
A partir de hoy, los inmigrantes que lleguen a las islas griegas deberán ser registrados y la petición de asilo deberá ser tratada individualmente por las autoridades griegas, "de acuerdo con la directiva de procedimientos de asilo y en cooperación con el ACNUR" (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados). Los inmigrantes que no soliciten asilo o aquellos cuya petición no esté fundamentada o sea inadmisible de acuerdo con la directiva serán devueltos a Turquía.
Turquía y Grecia, "asistidos por las instituciones de la UE y las agencias internacionales", darán los pasos necesarios y alcanzarán los acuerdos bilaterales para facilitar la puesta en práctica de este acuerdo. A partir de la pasada medianoche, esto incluye "la presencia de oficiales turcos en las islas griegas y de oficiales griegos en Turquía". El coste de las operaciones de retorno de los inmigrantes irregulares será cubierta por la UE.
Además, según el acuerdo, por cada sirio que sea devuelto a Turquía desde las islas griegas, otro sirio será admitido en la UE, "teniendo en cuenta los criterios de vulnerabilidad de la ONU". La prioridad es para los inmigrantes que no hayan entrado o intentado entrar irregularmente en la UE, según este acuerdo.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, calculó que el desarrollo del plan turcoeuropeo costará entre 280 y 300 millones de euros en los próximos seis meses y precisará del despliegue de 4.000 funcionarios de los Estados miembros y de las agencias europeas Frontex y Easo.
Proponen 600 agentes
Mientras, Francia y Alemania han propuesto el envío de 600 agentes, entre policías y expertos, para ayudar a Grecia en las islas del Egeo en la puesta en marcha del nuevo acuerdo. Los ministros de Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, y Alemania, Thomas de Maizière, formalizaron esa propuesta en una carta en la que justifican la iniciativa por "la urgencia particular" que afronta Grecia, que desde hoy debe aplicar el acuerdo UE-Turquía.
En su misiva, divulgada hoy por medios alemanes y franceses, Cazeneuve y Maizière precisaron que cada país enviaría "hasta" 200 policías suplementarios para la agencia europea de control de fronteras Frontex, así como "hasta" 100 expertos para el Organismo Europeo de Apoyo al Asilo (EASO).
También manifestaron su disposición a prestar "una asistencia técnica a Grecia" para asistirle en el "reforzamiento de los procedimientos de retorno", es decir, el envío a Turquía de los inmigrantes y refugiados que entren en su territorio. París y Berlín dijeron esperar que "varios Estados miembros seguirán (su) ejemplo" porque "solo trabajando juntos lograremos gestionar esta situación de crisis sin precedentes en Grecia".
De acuerdo con los términos del acuerdo, a partir de hoy todos los inmigrantes y refugiados que lleguen de forma clandestina a Grecia deben ser expulsados inmediatamente a Turquía, que se compromete a aceptarlos a cambio de dinero, y de que los europeos asuman la instalación en su territorio de refugiados sirios ahora en Turquía, hasta un máximo de 72.000.
Unión Europea y Turquía llegan a acuerdo para expulsar migrantes llegados a Grecia