El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, regresó a Estambul tras iniciarse en la noche de este viernes un intento de golpe de Estado en su contra por parte de un grupo de militares.

"Este levantamiento, este movimiento es un gran regalo de dios para nosotros. Porque el Ejército será limpiado", aseguró el mandatario en una rueda de prensa realizada tras su llegada desde el sur del país, donde se encontraba de vacaciones.

"Los golpistas pagarán cara su traición", agregó Erdogan en su desafiante discurso en el que señaló como culpables del intento de golpe a los seguidores del clérigo musulmán turco Fethullah Gulen.

Los militares golpistas, de los cuales no se sabe aún qué nivel de apoyo tienen ni quién los dirige, aseguraron haber tomado el control de Turquía tras posicionar escuadrones de soldados en puntos estratégicos de Estambul y Ankara, las dos principales ciudades del país.

Decretaron el toque de queda y la ley marcial, y en un comunicado leído en la televisión estatal aseguraron haber instalado en el gobierno a un "Consejo para la paz de la patria".

Horas después, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, aseguró que la situación estaba "mayormente bajo control", y autoridades del gobierno anunciaron que docenas de personas vinculadas al golpe fueron arrestadas.

Yildirim dio la orden de derribar cualquier aeronave secuestrada por los golpistas. Según informó, jets militares habían despegado de la base militar ubicada en Eskisehir, al este de Ankara.

Pero, más allá de las declaraciones de Erdogan y Yildirim, los reportes de enfrentamientos e incluso explosiones continúan.

Las últimas informaciones indican que se escucharon dos explosiones grandes en la plaza Taksim, en Estambul. Las mismas fueron acompañadas por el sonido de aviones de combate.

Miles de personas ignoraron el toque de queda y salieron a protestar en apoyo a Erdogan, algunos incluso saltando sobre los tanques en actitud desafiante.

En los puentes sobre el Bósforo, en Estambul, que fueron bloqueados por los golpistas, se pudieron oír disparos.

"La gente en Turquía está muy confundida y sorprendida" , dijo la corresponsal de la BBC en Estambul, Katy Watson.

Explosiones

Además de las explosiones en Estambul, los medios estatales informan que una bomba impactó el edificio del Parlamento en Ankara y que se puede ver el humo.

Por otra parte, un avión de combate del gobierno derribó un helicóptero militar que era tripulado por fuerzas golpistas.

También se reportó que hubo tiroteos cerca del complejo presidencial en la capital, Ankara, y que 17 policías murieron en el cuartel de las fuerzas especiales de la capital.

"Orden democrático"

Horas antes, los uniformados emitieron en la televisión estatal un comunicado en el que aseguran haber tomado el poder para "preservar el orden democrático".

El comunicado del grupo militar, leído por un presentador del canal nacional de televisión TRT, asegura que el imperio de la ley democrática y secular se había visto erosionado por el actual gobierno. Añadió que entraría en vigencia una nueva Constitución.

Sin embargo, el mandatario habló en videollamada desde un celular al canal de televisión CNN Turk para asegurar que seguía en ejercicio de su cargo e instó a sus partidarios a salir a las plazas y calles del país en favor de la democracia.

El mandatario se refirió al intento de golpe como "el levantamiento de una minoría".

Horas antes

Los primeros reportes de una situación irregular en Turquía habían llegado cuando medios locales empezaron a hablar de sobrevuelo de aviones caza-bombarderos y helicópteros militares, así como disparos en Ankara.

Además, tanques bloqueaban dos puentes en el Bósforo, en la ciudad de Estambul, la más grande del país. También impedían el acceso a los aeropuertos de Ankara y Estambul.

Todos los vuelos desde el aeropuerto internacional de Estambul fueron cancelados.

Grupos de monitoreo de internet dijeron que el acceso a redes sociales como Facebook y Twitter estaba siendo restringido en Turquía. No está claro quién está bloqueando el acceso.

La televisión turca anunció que altos mandos militares fueron tomados rehenes en la capital, Ankara. Informes indican que el jefe del estado mayor de las fuerzas militares, general Hulusi Akar, es uno de los rehenes. Su paradero sigue siendo desconocido.

Entre tanto el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dio una declaración desde Moscú diciendo que esperaba que hubiera paz y continuidad en Turquía.

Junto a Kerry, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que "es necesario evitar cualquier enfrentamiento cruento y resolver los problemas por conductos constitucionales".

"Pagarán el precio más alto"

El primer ministro turco dijo que las fuerzas de seguridad habían sido llamadas para manejar la situación y que "nada podrá perjudicar la democracia turca".

"Estamos analizando la posibilidad de una intentona. No permitiremos esto", dijo Yildirim, sin ofrecer más detalles.

"Aquellos que participen de este acto ilegal pagarán el precio más alto", añadió, diciendo que no sería correcto describir la acción como un "golpe".

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