Este martes fue ejecutado en Texas, Estados Unidos, y mediante una inyección letal, Christopher Young, de 34 años, quien estaba condenado por un homicidio ocurrido hace 14 años.
Sin embargo, hasta último momento hubo un férreo opositor a que se aplicara la pena de muerte en este caso. Se trata del hijo de Hasmukh Patel, el hombre que fue asesinado por Young durante un asalto en 2004.
La historia es la siguiente: El 21 de noviembre de 2004 Young, quien había bebido más de una docena de cervezas y se había drogado con cocaína, entró a un almacén de la ciudad de San Antonio para robar algunos objetos. Allí se encontró con Patel, de 53 años y gerente de la tienda, a quien disparó, hecho que quedó grabado en las cámaras de seguridad del lugar.
Si bien Young nunca negó el asesinato, sí aseguró que no tuvo la intención de matar a Patel, a quien incluso dijo que conocía, y que le disparó porque además de encontrarse en estado de ebriedad, pensó que él sacaría un arma.
Uno de los principales opositores a la ejecución fue Mitesh Patel, hijo de la víctima y que había pedido públicamente que no se le aplicara la pena de muerte a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, enviando además un mensaje al gobernador del estado, Greg Abbott.
En entrevista con el sitio Now This Patel dijo que "dos errores no hacían el bien" y aseguró estar convencido de que Young ya no era el mismo de antes. Además, sostuvo que no quería que la hija del condenado pasara por lo mismo que él vivió en 2004: "Yo siento que el gobernador debería escucharme porque soy el hijo de la víctima. Estoy perdonando al hombre que está vivo hoy y que está arrepentido y quiere cambiar a las demás personas. No puedo perdonar al Chris de hace 14 años", aseguró.
Según indicó CBS, la familia Patel se negó a presenciar la ejecución y mediante una declaración aseguraron que Young había cambiado sus vidas pero que al pensar lo que "Hasmukh representaba, y los valores que él inculcó a su familia, podemos buscar lo bueno en las personas, incluyendo mirar lo bueno en Christopher Young".
En tanto, las últimas palabras del condenado fueron para la familia de su víctima, asegurando que los amaba de la misma manera "que ellos me aman".