Estados Unidos dijo el miércoles que usará todas las opciones a su disposición para repatriar a los dos estadounidenses detenidos en Venezuela acusados de tramar una fallida incursión por mar para derrocar al mandatario Nicolás Maduro.

"Si el régimen de Maduro decide retenerlos, utilizaremos todas las herramientas que tengamos disponibles para tratar de traerlos de regreso", dijo a periodistas el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.

El secretario de Estado reiteró la negativa del Presidente Donald Trump de que el gobierno de Estados Unidos tenga alguna participación en el supuesto complot denunciado por Maduro: "Si hubiéramos estado involucrados, habría sido diferente", dijo con tono irónico.

Maduro, cuya reelección en 2018 Washington desconoce por considerarla resultado de un fraude, dijo que quince personas fueron detenidas entre el domingo y el lunes en dos puntos de la costa venezolana en el marco de una operación que buscaba sacarlo del poder.

En una alocución televisada el lunes, Maduro indicó que entre ellos había "miembros de la seguridad" de Trump, y, exhibiendo dos pasaportes estadounidenses, los identificó como Luke Denman, de 34 años, y Airan Berry, de 41.

La Fiscalía venezolana había acusado antes al líder opositor y jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como mandatario interino por Estados Unidos y unos 60 países, de contratar "mercenarios" con fondos de Venezuela bloqueados por sanciones de Washington, a fin de emprender el intento de "invasión".

El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, publicó por otra parte un video en las redes sociales en el que Jordan Goundreau, un exmilitar de las fuerzas estadounidenses fundador de la firma de seguridad con sede en Florida Silvercorp USA, hablaba sobre una operación en marcha contra Maduro.

Saab también mostró un contrato que decía que Silvercorp USA tenía un acuerdo de 212 millones de dólares con Guaidó usando fondos "robados" de la petrolera estatal PDVSA, cuya filial estadounidense, Citgo, quedó bajo el control del líder opositor. Un portavoz del Departamento de Estado dijo el martes que este "melodrama" podría ser parte de una "gran campaña de desinformación" dirigida por Caracas con apoyo de Cuba, estrecho aliado de Maduro, para distraer la atención de la situación en Venezuela, sumida en una aguda crisis política, económica y social, que se agudizó desde que Maduro asumió en 2013.

"No puedo compartir más información sobre lo que sabemos", dijo Pompeo este miércoles. El gobierno de Trump encabeza desde enero de 2019 la presión internacional contra el gobierno de Maduro, a quien considera un dictador y atribuye corrupción generalizada y graves abusos de derechos humanos.

Pero a pesar de una batería de sanciones de Washington, Maduro se mantiene en el cargo con el respaldo de las fuerzas militares y de Cuba, así como de China y Rusia, sus principales acreedores.

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