Los presidente de Estados Unidos y China, Barack Obama y Xi Jinping, alcanzaron este viernes un acuerdo para evitar el ciberespionaje para el robo de propiedad intelectual y otra información relacionada con negocios, informó Obama durante una conferencia de prensa conjunta realizada en Washington. Para monitorear que el acuerdo se cumpla, habrá un proceso de diálogo permanente y a alto nivel, informaron las autoridades.
Presenté, otra vez, nuestra preocupación sobre la creciente amenaza informática a las compañías estadounidenses y a los ciudadanos estadounidenses. Señalé que deben terminar
“Presenté, otra vez, nuestra preocupación sobre la creciente amenaza informática a las compañías estadounidenses y a los ciudadanos estadounidenses. Señalé que deben terminar”, dijo Obama. “Hoy puedo anunciar que nuestros dos países alcanzaron un acuerdo común sobre la manera de seguir adelante”, agregó el mandatario, que intenta así dar tranquilidad a quienes han denunciado crecientes ciberataques chinos a bases de datos del Gobierno y a empresas.
Xi, en tanto, rechazó las acusaciones y aseguró que era su país el que había sido víctima de este tipo de ataques. El mandatario chino expresó su deseo de convertir la ciberseguridad en un área de cooperación más que de confrontación.
“Tenemos amplios intereses en el cambio cibernético, pero necesitamos fortalecer la cooperación y evitar llegar a la confrontación o politizar este tema”, añadió.
Preocupación por “expansionismo” Los países también afirmaron que tratarán de trabajar juntos para desarrollar “normas apropiadas de comportamiento de los Estados en el ciberespacio dentro de la comunidad internacional”, indicó la Casa Blanca. El tema del ciberespionaje gravitó fuertemente sobre la visita de Xi.
Estados Unidos acusa además a China de haberle robado propiedad intelectual y haber apoyado el “hackeo” de registros de personal del gobierno estadounidense.
El acuerdo alcanzado señala que ninguno de sus Gobiernos se implicará ni apoyará en el robo cibernético de propiedad intelectual, “incluidos secretos comerciales u otra información de negocios confidencial, con la intención de proporcionar ventajas competitivas a compañías o sectores comerciales”, informó la Casa Blanca en un comunicado.
“Esto es un avance. La cuestión ahora es si las palabras van seguidas de acciones”, dijo Obama. Asimismo, Obama manifestó “una significativa preocupación” por la aparente expansión de Pekín en el Mar de China Meridional y alentó a una resolución de las tensiones, mientras que su visitante defendió vehementemente las acciones de su país.
“Tuvimos conversaciones francas sobre los mares del Sur y el Este de China y reiteré el derecho de todos los países a la libertad de navegación y sobrevuelo, y para un comercio sin impedimentos”, dijo Obama.