A medida que las nuevas tecnologías ganan protagonismo, los ciberdelincuentes siguen inventando métodos más sofisticados para estafar a los usuarios. Una de las modalidades más recientes tiene que ver con la suplantación de identidad a través de plataformas sociales, como Instagram y Facebook, donde los estafadores logran acceder a datos personales de las víctimas.
Recientemente, una joven llamada Javiera fue víctima de esta estafa que comenzó con un mensaje aparentemente legítimo de Instagram, alertando sobre una violación a las políticas de la plataforma. El mensaje le informaba que su cuenta sería cerrada si no apelaba en un plazo de 8 días, lo que la hizo temer por la pérdida de su cuenta, que tenía una gran cantidad de seguidores y la utilizaba para generar contenido. Sin embargo, lo que parecía una medida de seguridad de la red social resultó ser un fraude diseñado para robar su información personal.
“Todo partió porque una cuenta de soporte de Instagram supuestamente, me mandó un mensaje diciendo que, si en 8 días yo no apelaba al enlace que me mandaba, porque estaba infringiendo las normas de Instagram, me iban a cerrar la cuenta para siempre. Entonces yo me asusté porque quizás había infringido alguna norma, quizás había hecho algún comentario o subido alguna foto, entonces dije, “voy a apelar” y se veía muy real, tenía el logo de Instagram, era un mensaje muy de Instagram. Entonces me metí al enlace y me pedía meterme a mi cuenta con mi usuario y contraseña” relata Javiera.
“Al otro día me llegó otro mensaje de Instagram, supuestamente, diciéndome que me habían denunciado la cuenta mucha veces, que había infringido las normas y que tenía que mandar un video selfie diciendo que era yo realmente” comentó la joven.
Debido a que todos los mensajes que le habían llegado se veían muy reales y tenían sentido, Javiera envió el video selfie que le habían solicitado y aparentemente se habría solucionado todo.
Fue al día siguiente que la estafa ya fue evidente. Javiera notó que su cuenta había sido abierta en otra ubicación y “desde el Facebook de una persona extranjera”
El acceso no solo fue a su cuenta de Instagram, sino que los estafadores lograron entrar a su correo electrónico, cambiar su dirección de Gmail e incluso acceder a sus cuentas bancarias. Javiera intentó frenar la acción de los delincuentes, pero ya era demasiado tarde: habían tomado control total de sus perfiles en redes sociales.
La situación empeoró cuando Javiera, desesperada por recuperar sus cuentas, contactó a varios “hackers” que se ofrecieron a ayudarla, pero ellos también resultaron ser estafadores. A cambio de una tarifa, le prometieron recuperar sus cuentas, pero solo terminó perdiendo dinero.
Estafas de inversión mediante Instagram
Lo que inició con un mensaje fraudulento de Instagram tenía como finalidad realizar lo que se conoce como estafas de inversión, fraudes en los que se promete a la víctima obtener grandes ganancias a partir de una inversión pequeña. Sin embargo, lo que realmente ocurre es que la persona nunca ve su dinero de vuelta. Una variante de estas estafas se lleva a cabo usando criptomonedas, pero el resultado es el mismo: las personas pierden su dinero sin obtener los beneficios prometidos.
En el perfil de Instagram de Javiera, los estafadores publicaban historias para intentar captar a personas que quisieran invertir en bitcoins y ganar muchísimo dinero con un pequeño monto “Este es mi segundo retiro exitoso, hice una inversión de 250 mil en el comercio de divisas y recuperé más de 3 millones en solo 2 horas, todo gracias a mi entrenadora y mentora, envíele un mensaje y siga sus instrucciones, ella lo guiará a través de proceso” dice una de las historias en las que se hicieron pasar por la joven.
De acuerdo con Javiera, al menos tres de sus amigos cayeron en esta trampa, perdiendo sumas que oscilaron entre los $300.000 y los 2 millones de pesos. Además de la pérdida económica, este tipo de estafas atentan contra la privacidad de los usuarios, exponiendo información personal sensible como fotos, contraseñas y datos bancarios.
“Tuve que cambiar las cuentas de toda mi familia, porque los estafadores también tuvieron acceso a sus fotos y cuentas. Fue una invasión a la privacidad horrible", concluyó Javiera, lamentando la magnitud de la estafa.
Para prevenir este tipo de fraudes, es fundamental estar alerta a los mensajes sospechosos. Instagram y otras plataformas advierten que nunca contactarán a los usuarios a través de mensajes directos, sino únicamente por correos electrónicos oficiales. Si recibes un mensaje con un enlace desconocido, ¡no hagas clic! Verifica siempre la URL y, en caso de duda, contacta directamente con el soporte oficial de la red social.